sábado, junio 16

Ortodoncia: que no me escapo de nuevo


... porque ya era hora de que mis dientes volvieran a ponerse a punto. ¿Por qué? porque tengo sonrisa característica, como dice mi delicada doctora.

Siempre me porté con "decencia" respecto a mis dientes, pero disto de ser un ejemplo a seguir. De niña iba varias veces al mes para limpiezas y cumplir con el tratamiento (ya les explico). De adulta traté de hacer la cita regular al dentista, al menos 1 vez al año, o cada 6 meses ... Pero ir al odontólogo no es suficiente. Se supone que una debe cuidarse la dentadura con esmero; que si la cepilladera, la técnica correcta, el hilo dental, las cremas dentales fortificadas y sobre todo mantenerse alejada de golpes e impactos dentales. En ese aspecto, digamos, que me descuidé un poco.

Ahora regreso al dentista con nuevos ojos. Esta vez no paso por la oficina del odontólogo para la limpieza dental regular, sino que sigo de largo hasta el consultorio contiguo y me siento nuevamente de 9 años. Ortondoncia, aparatos, retenedores, ya he estado aquí, conozco lo que viene y sé no viene bien. Esta vez la diferencia se siente desde que lleno la planilla de mi historia clínica. Concientizo que los años y yo nos hemos desentendido en varias ocasiones en las que, en vez de actuar como una niña bien educada de colegio de señoritas, me comporté como niño rebelde que ahora recoge los resultados de salirse de las normas.

Pasa, la doctora te verá ahora.

Sonrie, muerde duro... mide la distancia interdental... abre grande, cierra despacio, uhm... relaja los labios... mide la estructura ósea facial, preguntas, ¿alergias? ¿qué antibióticos toleras entonces? Veredicto: hoy todo se puede arreglar, todo depende del presupuesto.

...Y yo resignada a la verdad, que ya conozco, ni me sorprendo.

No te salvas de la ortodoncia. Tendremos que extraer varias piezas, eso nos dará espacio para corregir los dientes. La prótesis debe cambiarse por una temporal, que bien podría ser definitiva, para dejar el espacio adecuadoo para que el trabajo correctivo quede perfecto.

Tomo mi lista de tarea: debo hacerme varias radiografías, panorámica, lateral, los moldes dentales, etc. En 2 semanas regreso a consulta y a partir de allí vamos viendo. Ya sabía yo que me tocaba. Es que una debe ser ordenada y seguir los tratamientos al pie de la letra. Sino, quizá hoy esta visita hubiera sido evitada. ¿Qué fue lo que pasó?

- De bebé tomé tetero hasta los 4 años. Resultado: dientes volados y paladar bastante alto.
- De niña jugaba sobre un taburete creyédome acróbata de circo. Tan pronto solté mi apoyo me precipité de bruces al suelo. Lo único que se estrelló más allá de mi orgullo fue mi incisivo izquierdo, hasta la raíz. Resultado: desde entonces uso prótesis.

Lo bueno fue que mis papás atendieron el problema a tiempo para que yo fuera una señorita de bella sonrisa. Lo malo: siempre fui tremenda y no seguí el tratamiento de forma correcta: Retenedor que me colocaban, retenedor que alteraba de alguna manera.

- Si me apretaban muchos los dientes, no los usaba de noche para que me dolieran menos.
- Cuando detecté exactamente como y donde la doctora apretaba los extremos del retenedor, llegaba a casa y los aflojaba.
- Si me prohibía comer con ellos, los aparatos terminaban cubiertos de chicle a tal punto que había que "retallarlos" porque nunca podía remover la goma completamente. Ni hablar de cuando me los cambiaron para dejar libre la mordida.
- Cuando se rompieron (una de varias veces), los pegué con crazy glue por todo el medio para seguir usándolos.
- Cuando me los cambiaron por un modelo que se apretaba con una minirosca giratoria en la zona del paladar, llegaba a casa y los aflojaba con la punta de un alfiler hasta que me sentía cómoda. Y los volvía a apretar pocos días antes de regresar al chequeo quincenal.
- Hasta que un día no me quedaron más. El retenedor inferior de la noche a la mañana no me entró más y no lo reporté a nadie. Dos días depués, tampoco logré que el superior encajara en mi boca, así que también lo dejé. Semanas después se los entregué a la doctora y no los usé nunca más.... a la fecha no comprendo cómo pudo ocurrir eso. Una vez alguien me dijo que los debí haber lavado con agua muy caliente, el material cedió al calor y perdieron la forma. Yo honestamente no recuerdo haber hecho eso.

Así que la vida regresa 18 años después y me dice Jaja. No te salvas de la ortondoncia esta vez. El daño está hecho. Dejé el tratamiento a medio camino. Lo que debió corregirse en 3 años, lo prolongué a 4 y lo dejé trunco. Tampoco cuidé mi boca. Una vez, bailando ska en la universidad me golpeé la boca contra la barbilla de un amigo, nada grave, seguimos bailando. Horas después, seguía la fiesta y me senté en un gavinete de la cocina de la casa. El problema es que ese mueble estaba vacio. Con mi peso y el impulso que tomé para sentarme sobre él, se vino encima de mi. Terminé estrellándome de nuevo -esta vez no contra el piso- contra el hombro de un amigo del grupo que justo entraba a la cocina a buscar agua. Sonreir dejó de ser lo mismo. Otro incisivo roto. Otro arreglo que realizar.

Ahora estoy aquí. Esperando mi turno para la siguiente radiografía. Solo falta esa y los moldes. Será todo. Tendré que regresar al consultorio, sentarme en la silla de los acusados y observar, respetuosamente cómo me extraen algunos molares para completar el trabajo correctivo que no dejé antes. Simultáneamente cambiremos la corona. Se avecinan visitas seguidas al consultorio.... si solo hubiera sido una niña decente, de esas que inventan poco, hacen caso, juegan muñequitas sentadas, se sientan correctamente en sillas y bailan música lenta, mientras se mantienen bonitas y sonriendo tranquilas.

¡En fin!

6 comentarios:

Marié (enfermera venezolana) dijo...

JA JA JA... Bueno, espero que ahora sí estés dispuesta a terminar lo que iniciaste! Je je je...
Después de todo no es tan malo, yo me los puse en diciembre y fíjate que han pasado sólo 6 meses y ya tengo mi dentadura hermosísima. Así que dale chola y no te saltes ninguna consulta.
Besosss...

IMAGINA dijo...

jajajajaja.
me reí mucho con tu historia de los aparatos y cómo te la ingeniabas para hacer "trampas". A mi hijo le van a paoner un removible así que espero que no invente tanto como tú...jajajaja.
Un abrazo,

fitziane dijo...

Algo de bien te hizo. Tienes una sonrisa linda.

No mencionas ni miedo ni dolor en la silla del dentista. ¿No lo sientes? Yo no puedo ni oler la anestesia y me da de todo. Gracias a Dios y todos sus santos que tengo buena dentadura. Si alguna vez tienen que hacerme algo como tratamiento de raíz tendrán que ponerme anestesia general.

Buena suerte. Le prenderemos unos palitos de incienso a los dioses de la ortodoncia, porsia.

Evelyn dijo...

Amiga... nop, no te hubieses salvado aunque de niña te hubieses comportado como yo... esa de jugar muñecas y quedarse sentadita escuchando a hablar a los adultos...
Ya lo ves, mi dentadura nunca fue perfecta y no hizo falta un baile de ska para romperme los dientes y estar ahora a la espera de una operación luego de más de un año de ortodoncia...
Bienvenida al club amiga!!! ya no seré la única que parecerá adolescente en el grupo!! (hay que verle el lado positivo)

pelirroja78 dijo...

Guao...no sabia que habia niños que movian los aparatos...se le voy a contar a mi Esposo que este pilas con los niños que mueven la ortopedia preventiva (que funciona en pacientes constantes..lo he visto, y evita la ortodoncia), mucha suerte y de seguro vas a quedar bien..porque el tratamiento te lo estas pagando tu ...jajaja...un beso y te acompañaremos en el embellecimiento de tu sonrisa!!!

martis dijo...

Marie, bienvenida a mi blog, gracias por tu comentario. Hago mi promesa sincera de que esta vez sí asistiré a todas las consultas y sobre todo seguiré el tratamiento derechita.

Imagina no puedo decirte que no lo intentará, porque los chamos son curiosos. Pero de seguro tendras que preocuparte más por si los bota a la basura o si en un descuido se sienta sobre ellos (been there, done that), jajaja. Besitos!!

Gracias, gracias, Fitzi la verdad no quiero pensar en esos "detalles" operativos, jeje. Muy lindo tu gesto de prender inciensos, quiza ayude a olvidar las horas de molestias que me esperan una vez que la doctora haga las extraciones de mis dienticos :-( Besitos a los fitzianos y que sigan disfrutando estas vacaciones gringas!!

Pelirrojita hay niños tremendos, hay niños curiosos y hay niños "autodidactas" como yo. Era algo más de curiosidad e inquietud mia que de verdadera mala conducta. Creo que lo más usual son chcos que olvidan sus retenedores, o fallan en su mantenimiento y limpieza o lo mejor: los botan o rompen por descuido. ¿Tu esposo es dentista? seguro tiene buenos cuentos por ahi. Besitos!

Amiga Eve compro tu idea de sentirme adolescente y espero que la sonrisa nos quede preciosa. Realmente, esto es un camino de paciencia, jeje. Besitos!!