viernes, noviembre 30

¡Qué dolor!: ataque severo de ciática

... tuvo mi esposo hace unas noches y aún no se ha recuperado en su totalidad.

Pasamos un gran susto. Nunca nos había ocurrido una emergencia médica así desde que estamos casados. El dolor comenzó luego de casi 2 horas seguidas sentado. Al tratar de levantarse las piernas le fallaron, su cara mostró extrañeza y desagrado al mover las piernas para bajar unas pocas escaleras. Como pudo se aferró a la compostura, nos mantamos en el carro y nos fuimos a casa tan lento como pudimos, esquivando fallas del pavimento, huecos y cualquier clase de montículo que pudiese agitar el carro. "Es muy fuerte en el coxis, qué dolor tan extraño" repetía por intervalos. Mueca de dolor por cara. Yo pensaba que si bien el dolor era fuerte - unos años antes me había pasado igual y al cabo de unas horas, lentas e incómodas, el dolor cedía con movimientos lentos y ungüento bien aplicado- quizá mi esposito exageraba un poco.

Error tremendo.

Después de un rato la molestia se acentuaba. Lo obligué a caminar un poco, a mover la cintura para que distendiera el cuerpo tratando de revertir la tensión que causaba el dolor en la baja espalda. Jesús obediente hizo lo que pudo; intentó sentarse, estiró las piernas, confió en mis sugerencias pero segundos después el dolor agudizaba. Aun así no quería llamar a su hermana (que es médico) y tras una conversación con su mamá (que también es médico) se conformó con tomarse un calmante (a disgusto, después de mucho posponerlo).

En ese punto yo estaba segura de que teníamos que ir al médico pero él no quería convencerse "está bien esposita, me duele pero está bien".

Dejé de creerle en la madrugada cuando trató de pararse para ir al baño. Como hombrecito fuerte trató, trató y pudo con todo el dolor de su alma. Entre dormida y despuerta vi a mi chico tirado en el piso, arrastrándose para levantarse "tranquila esposa está controlado". Él no quería salir de casa, quería esperar el amanecer mientras rogaba que el 2do calmante funcionara.

Con el encendido de la TV (nuestro despertador) solo dije una frase "Vamos a la clínica, sin excusas, sin peros, sin después, nos vamos". Acostado al lado mío mi jesusito solo respondió que sea el médico tal en la clínica tal, respuestas que yo ya había contemplado en mi estrategia de salida de emergencia.

Y nos fuimos.

En la mañana el dolor se agudizó. Gracias a Dios pudo llegar al carro y manejé hasta la clínica. Le prepare un sandwich, un jugo, tomé los papeles del seguro, los tickets médicos, la chequera, la tarjeta con saldo disponible... el sustico no me gustaba nada, nada. Sin importar su movilidad reducida Jesús se permitió hacer de las suyas. No aceptó entrar por emergencias, él debía entrar por sus propios pasos; no aceptó que lo dejara en la puerta de la clínica, él tenía que bajarse del carro conmigo en el estacionamiento en la calle de enfrente y caminar hasta la entrada del recinto; no aceptó sugerencias de quedarse quieto mientras yo buscaba las medicinas que faltaran, él tenía que participar en todo... quizá para drenar sus nervios y temor de que todo fuera peor. Yo ya no tenía paciencia ni buen humor; me parece inaceptable que no permita que se niegue a recibir ayuda cuando la necesita.

Me preocupé mucho.

Juntos llegamos ante la doctora. La cara de alivio apareció por segundos cuando nos dijeron: Ciática. La inflamación del nervio ciático es un trastorno frecuente, nada grave pero sí muuuy doloroso. El tratamiento fundamental es reposo, complejo de vitamina B, analgésicos, relajantes musculares, sentido común... cosa que mi esposito pasaba por alto. Luego de la inyección de complejo B, Jesús se empezó a sentir el rey del mundo. Tan pronto los mega calmantes le permitieron sentarse cómodo en el carro me dijo que se iría al trabajo para dar las clases correspondientes al día, y yo, rabiando por su imprudente terquedad. Me contuve de pelearle; sólo le recomendé que pensara muy bien sus acciones siguientes pues el dolor lo sufriría él, y si atacaba una nueva crisis lamentablemente no podría cargarlo ni ayudarlo de inmediato.

Ya van 4 días del susto. Sigue con las medicinas (fastidiado) y supuestamente bajó el ritmo; la verdad es que el reposo por 3 días ha sido casi todo obviado. Al menos logré retenerlo en casa el primer día.

Hace poco me llamó diciéndome que el dolor se asoma de nuevo, que manejar por más de 15 minutos seguidos le hace daño y que cree que no irá a una reunión con unsoa antiguos amigos del colegio... FINALMENTE parece que entra en razón. La ciática es terrible y con pacientes inquietos como mi esposo es un dolor mayor.

jueves, noviembre 29

Marchando por el NO: que bien se siente

... haber pisado la Avenida Bolívar después de 8 años acorralados en los lugares donde el chavismo le dio la gana, y no donde nosotros queríamos ir a marchar. El derecho de protestar es igual para todos los que vivimos acá, el derecho a marchar es el mismo para todos y hoy nuevamente reconquistamos espacios y todos decimos ¡¡¡¡NO!!!

Qué gratificante participar en lo que a uno le gusta, en un ambiente sin violencia y lleno de optimismo solidaridad y buena vibra, haber ido a la concentración de hoy fue recalcar una vez más que uno está defendiendo sus derechos, no estamos eligiendo a un presidente (¡ojalá y fuera así!). Estar rodeada de tanta gente alegre, dinámica, entuciasmada, que buscan unidad y reconcialiación es excelente para el espíritu. Volver a sentir en cada poro que muuuuchísimas personas al igual que una, están fastidiados de la bota militar encima de cada ser, aplastando cada vez más a los que nos negamos a lavarnos el cerebro y quienes jamás aceptaremos ser borregos sin cerebro, es llenarse ánimo y de energía porque realmente podemos lograr que las cosas cambien sin tener que conformarnos ni tener que vivir con la violencia.

La marcha estuvo muy nutrida, recorrí toda la Avenida Bolívar de punta a punta. Es cierto que se podía caminar porque había zonas con pocas personas y es innegable que en cantidad de ocasiones la marcha se detenía porque literalmente no cabía nadie más, nadie entraba, la masa de gente formaba un bloque sólido y había que esperar alguna pausa para lograr movilizarnos. Mucha gente, muucha gente, la cantidad de personas iban y venían. Vi muchos empleados que no pudieron unirse a la marcha desde temprano y salían de sus oficinas escapados o no, a participar y caminar al menos unas cuadras; ví a grupos de señoras mayores, armadas con banderas y pancartas caminando juntas; vi a profesores y alumnos de bachillerato allí presentes y también a los motorizados en favor del NO apoyando todos a los estudiantes y expresando una vez más su opinión y su legítimo derecho a discernir.

Me fuí después de que se cantó el Himno Nacional y se nos dijo "Vayan a casa, que hay que descansar" pero las personas no se iban, nadie se movia quería permanecer en la avenida y nuevamente en la tarima les recordaban que debíamos irnos a descansar porque el domingo la jornada será larga.

Nuevamente me sentí a gusto. Había dejado de mercar con la convicción y la fuerza de antes. Mi voto siempre fue y será el arma que prefiero porque es lo que decide, sin embargo, en los tiempos que corren hay que expresarse, manifestar, hay que salir, no seguir callado: el que calla otorga y no quiero otorgarle mi futuro a ese señor que de casualidad sabe repetir su nombre y dividir, derrochar, engañar, engañar y enemistar. Hay que salir a la calle y plantarse. Marchar es un deber para todos los que deseamos volver a vivir en armonía, sin división y sin bota horrorosa.

Ahora el domingo 2 de diciembre TODOS a ¡¡¡VOTAR!!! y a votar ¡NOO!

domingo, noviembre 25

En una semana reafirmamos nuestra identidad: ser venezolanos

... es muy distinto a ser azul o rojo, a ser chavista u opositor, a ser progresista o retrógrado, a ser de un bando o de otro. Ser venezolano es pensar en un país que debe salir adelante, un país que necesita compromiso sin divisiones estúpidas que desangran las conciencias y destruyen familias, raices, iniciativas y tranquilidad. El futuro es para adelante y nosotros, los venezolanos, tan apegados a las novedades y a las luces brillantes del primer mundo, no podemos aceptar un pensamiento impuesto que clama por obsoletos comunistas, ni a políticas degradantes, que lo atascan a uno en un ciclo destructivo para llevarnos directo a un retraso de 60 años y quien quita, hasta anclarnos en un tribalismo insensato.

Solo queda una semana para el referendun aprobatorio de la nueva Constitución que nos desea imponer el presi. Luego de pensar mucho si votar o no hacerlo (por aquello de legitimar el fraude) solo estoy totalmente clara en algo:



NO
NO
y
NO

Así que la conducta más cónsona con la conciencia es votar temprano, vigilar el proceso y una y mil veces decir NO a los atropellos de este señor que desea convertir a una nación completa en rebaño de ovejas zombies.

El domingo 2 de diciembre TODOS a votar a conciencia,
por el verdadero país que deseamos tener y por no seguir apadrinanado el malandrismo, la mediocridad y la vagabundería. Ya basta de quedarnos como muchachitos castigados y asustados por causa del mala conducta del barrio. A VOTAR y a VOTAR ¡¡¡¡NO!!!!

Dando gracias: una vez más

... nos reunimos en familia a celebrar el Día de Acción de Gracias y este año ha sido aún más maravilloso.

Desde que empecé con Jesús, empecé con la celebración del Día de Acción de Gracias. Acá en
Venezuela no se celebra esta tradición porque básicamente es una festividad norteamericana vinculada con los inicios de su sociedad, su interculturización y la vida de los peregrinos. En el país generalmente se celebran las festividades religiosas católicas (es decir, de forma mayoritaria; los venezolamos somos muy melting pot para muchas cosas y siempre hay espacio para todas las religiones y sus ritos, pero respecto a esta fecha no es una celebración masiva ni tradicional para nosotros) y en mi casa, una familia católica practicante, no éramos la excepción. Así que adentrarme en su tradición ha sido un proceso de lo más divertido, pues además, es uno de sus ritos más familiares y respetados.

Este año hicimos una cena muy linda desde todo punto de vista. Por una parte la realizamos en casa de mi suegra, una casita cómoda, fresca y amplia. Todos pusimos nuestro granito de arena para que la comida resultara excelente, apegada al menú tradicional y se ambientó el espacio con velas y notas navideñas lo que transformó el lugar en un salón muy acogedor.


Por ser la primera vez que se cocinaba la comida en casa (siempre se cenaba en restaurante o en su defecto se encargaba la cena para llevar), se acordó colaborar. El pavo, pieza fundamental del menú, se pidió a un restaurante; los contornos estuvieron a cargo de mi cuñado y mi mamá. El primero hizo guisantes (porque habas blancas no se consiguen en este país de escases) y cebollitas en salsa blanca con tocineta (el toque gourmet que él no puede resistir, ¡cosas de chefs pues!), y la segunda preparó un delicioso puré de batatas rosadas con un toque de jenjibre. Como siempre, la salsa de arándanos estuvo presente gracias a una oportuna lata que compré en el supermercado con antelación (y menos mal, porque luego tampoco había.. la escases señores nos está fastidiando todo).

Generalmente la cena la compañamos con el vino joven de la temporada, pero esta vez, nos decantamos por un siempre robusto Escudo
Rojo, que desplazó al champán de bienvenida. El postre debía hacerlo Jesús, él tiene una receta muy fácil y sabrosa de torta de calabaza, pero se escabulló y en su lugar compró un pie de auyama rico rico. No pudo faltar el Mozcatel para acompañar el dulce. Todo un lujo de cena, todos en familia, mi gente (mi mamá, mi hermana y mi sobrino) con su gente (sus padres, su hermana y su esposo). Una cena muy grata, buena conversación, chistes y cuentos que iban y venían. Hasta el perro, juguetón y bullero se comportó al vernos cenando y prefirió irse a dormir con su corbatica de lazo (elegante como ninguno) hasta que el alboroto regresara.

Para cerrar la noche la familia de Jesús instituyó desde siempre un intercambio de regalos, por lo que todos con el dulzor del postre en los labios nos vimos llenos de regalos de todas las formas y colores, para ti, para mi, para allá,
para acá, fue un todos contra todos en un excelentemente positivo sentido de la palabra. Me sentí muy feliz.

Este año ha sido muy especial. Siempre tenemos muchas cosas que agradecer, muchas bendiciones nos ha dado Dios y creo que en lo personal he aprendido a verlas, a apreciarlas, a (porquemuchas veces no es fácil), a reconocerlas y a agradecerlas, sin importar las pruebas que pase en el día a día.

Este año, ver a mi familia más inmediata junta, alegre, compartiendo,alejados por unas horas de las habituales preocupaciones, deberes y pendientes, no tiene precio. Vernos a todos colaborando ha sido un regalo muy bello. Espero que momentos así podamos seguir repitiendo con la misma armonía y sentido de unión que sentí esa noche.

Gracias Diosito por las bendiciones recibidas, por las enseñanzas fáciles y severas, por las diferencias, por los momentos buenos y los malos porque siempre me enseñan a crecer, a aprender y a vivir mejor cada día, junto a la gente que amo.
Feliz Día de Acción de Gracias para todos mis amigos virtuales, blogósferos y para las analógicos también. Un gran abrazo ;-)

lunes, noviembre 19

Desdentada: el lento proceso de una sonrisa bella

... y una boca armónica pasa por alambres, apretones y en mi caso, algunos dientes menos.

Ya llevo 3 meses de ortodoncia y como les comenté en esa ocasión, mi dentadura si bien parecía muy buena y ordenada, ha mostrado uno que otro detallito que merecía atención antes de lograr esa sonrisa del millón de dólares que tanto quiero.

Mi ortodoncia va marchando muy bien; yo me mentalizo que es un proceso placentero para evitar que me duela cada nuevo ajuste o cambio de ligas. De hecho no he tenido a la fecha malestares mayores, irritaciones en los cachetes o en la lengua, ni las terribles llaguitas que suelen sufrir quienes usan los brakes (a lo sumo he tenido un par, cuando me han dejado algún extremo del arco más largo de lo debido y me molesta al masticar o me pincha la lengua). Sin embargo, me tocó extracción de piezas dentales y eso era inevitable.

El viernes que recién pasó fijé la cita con el dentista. Mi ortodoncista me explicó que eran extracciones simples "los 4 primeros premolares". Había que sacarlos todos para que la dentadura regrese a las proporciones adecuadas y no me vea con trompita en lugar de boquita. Así que arreglé mis asuntos de la oficina y me fui al consultorio.

Llegué segura, molesta por tener que desprenderme de mis dientecitos y resignada (mi otra opción era cirugía y eso a mí no me anima en lo más mínimo). Estando allí sí comencé a asustarme un poquito. El letrero de su puerta decía Cirujía Bucal y Maxilofacial. Yo creía que iba donde un muy buen dentista, pero dentista al fin. Me puse a leer mis revisticas mientras una mamá nerviosa compartía sus impresiones con las otras pacientes, esperando el término de la operación de su niño (¿operación, operación? pensé yo...uhm.. ). La asistente del doctor salió toda vestida de quirófano y le comentó que pasara a acompañar a su niño mientras despertaba de la anestesa, en el cuartico de recuperación. Yo me volví a incomodar. ¿Cuartico de recuperación?... uhm.. ¿será anestesia general?... me preocupé ahora en serio... ¿cómo voy a hacer yo, si me vine manejando sola?

Cuando llega mi turno y empiezan a colocarme las telitas de quirófano tuve que detener el movimiento y caerle a preguntas al doctor. Le expliqué que evidentemente estaba nerviosa, que yo había llegado pensando que sería más simple y ahora veo todo quirúrgico y me preocupa, y bla, bla, bla. El se sonrió, empezó a hablarme con calma, me explicó todo lo que haría, cada uno de los pasos (sin lujo de detalles maravillosamente) y hasta intentó unos cuantos chistes malos que le perdoné porque se notaba que quería relajarme para disminuir mi ansiedad y mi temor.

La odiada inyección no se hizo esperar. Ocho dolorosos pinchazos en total; dos para cada dientecito, súper incómodos en mi paladar. Ocho pinchazos que separan el procedimiento de una carnicería medieval, de una extracción rutinaria con dolor minimizado. ¡Gracias a Dios por la anestesia! Cerré mis ojos y respiré, respiré, respiré y respiré. Algunos monosílabos guturales para indicarle al doctor que hacía mucha presión en mi mandíbula o que quería cerrar la boca unos segundos fueron todo mi aporte. El resto fue su destreza y precisión.

El proceso fue súper veloz. Un EXITO. En 15 minutos (20 si contamos la cháchara inicial) ya tenía 4 dientes menos en mi boca, todo rápido y menos doloroso de lo que pensaba.. de hecho, muy poco dolor, casi nada. Ni siquiera tuve hinchazón, una maravilla... y tan asustada que estaba.

Salí de allí caminandito con mi frente muy en alto, como una mujercita pues. Me percaté del sangrero bordeando el labio inferior cuando pasé frente al espejo del pasillo, rumbo a la recepción. Quería acabar con eso tan rápido como había sido que ni servilletas pedí, pero al verme, adormecida, con gasas ensangrentadas en la boca, y mi evidente cara de susto superado, me relajé y volví a usar el sentido común.

Las siguientes horas fueron largas y fastidiosas. Hielo para estimular la coagulación, acostada en cama, sin hacer esfuerzos, sin masticar, sin poder escupir ni lavarme o enjuagarme durante 24 horas. La dieta líquida me dejó el rostro maravilloso pero el estómago solo clamaba por comida, comida de verdad, no cremitas, yogurt o gelatina. Mis allegados me llamaron loca por haber aceptado sacarme los 4 dientes en una misma sesión pero siendo honesta ¿volvería a someterme a este proceso? no lo hubera hecho, así que lo mejor es UN SOLO DOLOR y listo!

Esos vacíos en la boca producen una sensación muy extraña. Es como demasiado espacio en los lugares equivocados. La lengua se pierde, la mordida se siente incompleta. Un típico gesto mío, que es tomarme la barbilla con los dedos de una mano, se volvió incómodo y algo doloroso. Sentía de pronto latidos lejanos donde debían estar los dientes y una encía ansiosa por regresar a su situación original. Es una distribución inesperada y desagradable en la boca.

Hoy ya estoy fina-fina como decimos por acá. El domingo pude cepillarme completo, hasta enjuague bucal y cero molestia ni ardor ¡que bien se siente la limpieza! Aunque los cuatro huecos que tengo en la boca son HORRIBLES y antiestéticos, el camino luce optimista hacia el futuro.

Esto es un progreso más en la meta de corregir los defectos (que casi todos obviaban al verme, menos yo) de mi dentadura y lograr esa sonrisa armónica y contínua que deseo. Con el favor de Dios, si no existen más detalles novedosos en mi camino ortodoncístico, a finales de 2008 habré logrado la meta.

domingo, noviembre 18

Rutas de a pie: descubriendo huellas

.. del pasado no tan lejano de Argentina.

Nuestro viaje tuvo un tinte mochilero con estilo, por decirlo de alguna
forma. En vista de que Cadivi no se nos portó como hubiéramos deseado, pateamos mucha más calle en Buenos Aires y lo hicimos con gran disfrute por largas horas. La bendición es que esta es una cuidad 100% caminable, a diferencia de mi querida Caracas, así que fue una experiencia placentera (y súper agotadora).

Salimos de Caracas con 6 mapas de caminatas obligatorias, pero estando allá nos dimos cuenta al 2do día que se nos acababan las rutas rápidamente así que Jesús, caminante empedernido, buscaba más cada día antes de salir, mientras yo me terminaba de levantar y arreglar para bajar a desayunar.

Nuestro día empezaba temprano. Los porteños son más calmados, ellos comienzan
a las 9 casi todo, nosotros a esa hora ya habíamos completado medio recorrido de 10 calles. Cada callecita de cada barrio se engalana con un puesto de flores maravillosas, como quiosquitos sorpresivos que saludan al transeunte y le regalan un toque de color y aroma para todo el día. Las flores son exquisitas, nunca vi tantas, tan seguido, tan bellas. Caminar en Buenos Aires es un sueño. Aceras de todo tipo te muestran los distintos gustos de las personas e imprimen un característico aire a los barrios. Muchas aceras son riesgosas porque las baldosas están siempre mojadas y flojas o no encajan, así que puedes pisar y torcerte un pie, pero bueno, una vez que se agarra la mañan todo funciona a la perfección.

En Palermo Soho las aceras tienen definitivamente personalidad. Cada frente de casa o edificio varía respecto a la anterior. Unas lucen baldosas grandes, pesadas, como de hace 60 años, y justo al lado pedacitos de piedra bien lijada se entremezclan con ladrillitos que hacen caminos. Luego mosaicos terracota y amarillentos hacen esquina frente a un edificio antiguo. Es un sueño.

La 9 de julio es distinta. Es toda grande, moderna, calzada blanca, mosaicos crema, piedras de distintas formas para delimitar los jardines. Cruzando la calle hacia la zona de tribuna
les el camino es de baldosas compactas y pesadas, como las que están en Sabana Grande, un bulevard para que el peatón se de vida, descanse en los banquitos junto a las flores amarillas o estacione su bicicleta. Solo se permite el paso de autos a los pocos estacionamientos.

Caminando se encuentra uno de golpe con placas de concreto, de metal, de losa, grabadas. Algunas con sobrias letras recuerdan la memoria de alguien desaparecido en ese lugar el día tal, del año tal, por las fuerzas del orden. Otras pintan un marco tricolor y apuntan que fulana fue última vez vista allí, el día tal, cuando fue desaparecida. Desaparecidos. Son muchos los nombres que me encontré en placas así. Me las encontré en el piso, en la plaza de las Madres de Mayo, en las paredes de algunos edificios, en una especie de murito en una plaza cerca del Congreso, cerquita de la Universidad Popular de las Madres de Mayo.

También me topé con piedras que representan personas y pepelitos que apuntan sus nombres en la parte de abajo de un elevado de la autopista. En Buenos Aires (y seguramente en Argentina) no se olvida. Esa conciencia historica, de lo que somos, de lo que perdimos, de lo que tuvimos, es importante y necesaria en las sociedades. Evita que uno pase la hoja sin haber aprendido nada y pretenda volver a reincidir en los errores del pasado. Eso acá nos hace falta...

Caminando una mañana recorrimos toda la zona norte donde están las embajadas, Plaza Francia,todo el barrrio Recoleta, Buenos Aires Desing. De allí a la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, al Cementerio, bajamos varias calles y huzmeamos en librerías intensas y menos comerciales, recorrimos toooooodo, shoppings incluidos. Otro día San Telmo de cabo a rabo; Santa Fé y la avenida de Mayo nos la pateamos de principio a fin (y vaya que son largas); Palermo bosques y parques fue uno de los paseos más extenuantes y bellos. Cuando nos fuimos a Puerto Madero no podía más. Anduvimos todos los diques, cruzamos al oeste y pateamos hasta llegar a la reserva ecológica, recorrimos el parque Italia, y regresamos sobre nuestros pasos a contemplar el Puente de la Mujer.

Ese día las ampollitas en los pies no me dejaban andar más y sin embargo, subimos varias cuadras hasta llegar a la estación del metro. Caminamos más de 30 cuadras antes de montarnos en el subte para ir a Tribunales, a tan solo 6 cuadras del hotel para bañarnos y volver a salir a cenar en algún buen restaurante por las calles porteñas, los que de paso, abundan.

Nunca pensé que en tan pocos días caminaría tanto.

sábado, noviembre 17

Escapada a Argentina: vacaciones express

... que aunque cortas e intensas, han sido divinas.

Tenía que tomar vacaciones.Yo era de las que tenía ciclos de gran actividad y de repente, mis pilas agotadas me hacían distraerme de todo, mi rendimiento decaía y me fastidiaba. Entonces me decía que mi tiempo en tal o cual parte/trabajo/lugar/relación/situación había muerto y me iba. Hacía eso siempre pero era un error. La verdad verdadera era simple: necesitaba vacaciones, solo necesitaba vacaciones para alejarme, recargarme y regresar; pero nunca lo entendí así, sino hasta hace un par de años.

Este año tomamos unas vacaciones tipo express en Buenos Aires. Jesús
había sido invitado a unas jornadas de reflexion sobre literatura latinoamericana y escritura de género (o algo así) y nos decidimos a explorarlo. Armamos el viaje en 4 días.

El jueves todo era borroso. El viernes conseguimos los pasajes entre apuros y apretones. El lunes rechazaron los papeles de Cadivi. El martes conseguimos el hospedaje a un precio sin igual. El miércoles la oficina fue un estrés. Había mucho que hacer y poco tiempo. El miércoles intercambiamos necesidades con un amigo
extranjero: él necesitaba bolívares, nosotros con urgencia dólares. El jueves de madrugada nos buscaría el taxi y sin embargo a las 11 pm del miércoles no tenía nada. Ese día no dormí. Llegué de la cena de la oficina a arreglas mis cosas, guardar, poner, quitar, recordar, mandar por email avisos a mi compañera de trabajo para decirle que tomaría unos días libres, avisos a mis clientes posponiendo las citas de los días por venir. Cerré la laptop a las 2:30 am. Justo a tiempo. Jesús no despertaba con el encendido de la tele, tuve que llamarlo. El taxi llegaba a las 3.

Lo bueno de viajar es llegar a un lugar hermoso que te reciba con los brazos abiertos.
Leí en un comentario de una amiga, respecto a sus fotos de Argentina, que "estaba en el lugar perfecto del mundo". Efectivamente fue así. No nos recibió con los brillos dorados, sino con fresca lluvia y refrescante brisa. Amo a esa ciudad. Buenos Aires se quedó tatuada, ya no se olvidan los recuerdos de la niñez, al contrario. Me gustaba de antes con flashes de memoria y momentos simbólicos una huelga, el radiador de la calefacción, los techos infinitos, papelillos volando, el verdor... ahora me gusta palmo a palmo, su cultura, su bit, su ritmo, sus contrastes, su gay open enviroment, su verdor inacabable, es mágica. Como dice Lady Smirnoff es el lugar perfecto del mundo.

He vuelto: después de tanto tiempo

... que me alejé del blog por descuido, porque de pronto teníaunas mucho trabajo, después vacaciones sorpresa y recientemente, el nuevo descubrimiento de Facebook.

Me soprende ver que estuve casi 2 meses sin escribir acá y sin embargo, recibo comentarios de post viejos y del último que escribí. Eso me ha ayudado a darme cuenta de que debía algo; ya
tengo una red de amigos o visitantes que se han acostumbrado a leer lo que A veces hace falta... y era ingrato de mi parte irme así, sin avisar, solo porque no tenía tiempo hoy, me olvidaba mañana, me evadía, así como si nada, solo desaparecí.

Pero desaparecí solo del teclado físico porque virtualmente, en mi mente han pasado muchas situaciones, historias, comentarios, que relataba en clave de blog, imaginaba la forma más coherente de contarlo, qué foto o imagen colocaría y con algo de suerte incluso pensaba en el título.

Me acerqué al blog en 4 ó 5 ocasiones. Lo abría, iba al editor, comenzaba a escribir y recordaba que aún no terminana el trabajo que estaba haciendo por lo que las pocas palabras escritas se quedaban huérfanas hasta que apagaba todo y a dormir. Dejé dos post a media gestación por esa práctica. Las otras veces solo abría y cerraba luego de horas sin haber hecho nada.

Cuando el trabajo se adecentó y volví a tener mis fines de semana libres para "vaguear" en la laptop me adentré en un mundo extraño:
Facebook. Y allí empezó la nueva adicción que me tuvo muuuuuuuy retenida hasta hace una semana, cuando retomé el control de mis hábitos procastrinantes en la PC, es decir, volví a leer blogs amigos que había abandonado, volví a revisar blogalaxia, volví a actualizar otros sites personales y finalmente, volví a mi blog querido a auto imponerme orden en la casa.

Como dice la salas aquella,
He vuelto, después de tanto tiempo y el gusto por contarles las cosas que pasan por mi mente es el mismo. Quizá repotenciado porque he extrañado esto, me siento egoista sin hablar con ustedes.

martes, noviembre 13

Pies de Barro: bautizo mañana

Me siento muy feliz porque una nueva obra de Jesús saldrá al mercado mañana mismo.
El libro se llama Pies de Barro y es un texto excelente. No porque lo diga yo (que si bien estoy casada con el autor no sé nada de escritura formal) sino porque quienes han podido revisar el libro, coregirlo y comentarlo coinciden en decir que es unde sus mejores obras, un trabajo de impresionante sensibilidad y excelentemente redactado.




Si pueden acompañarnos será todo un honor. Yo ando de lo más feliz y se lo comento a todo el mundo.

La cita es en la Feria del Libro del Parque del Este (hoy rebautizado como parque Francisco de Miranda), mañana miércoles 14 de noviembre a las 3 pm en la sala Martin Luther King. Sé que el horario es un poco atravesado y que la invitación es un poco "a última hora" pero igual si pueden pasarse, por allá los esperamos.