... con decena de lugares por conocer.
Estuve de viaje por el estado Zulia y salí ENAMORADA de la capital. Esta es la primera vez que puedo verla con algo de tiempo (la vez anterior solo pude bajar del avión a la reunión y de allí al aeropuerto a vegetar) y quedé muy complacida de sus vistas, sus lugares, su gente.
Hicimos un mini tour expreso. Como siempre, lo principal en los viajes de negocios es atender a los clientes y en eso no tengo excusas. Nos hospedamos en el céntrico Hotel Kristof, muy bien ubicado, cerquita de todo, rodeado de restaurantes de comida oriental, servicios y algunas tiendas. No recomiendo la comida del hotel... la verdad es que el almuerzo fue pobre en opciones, sin brillo alguno y los jugos escasos, muy escasos de sabor... da pena tomar jugos allí.
Lo poco que pudimos ver de la ciudad fue muy bueno. Hicimos recorrido expreso por las principales vías, que a mi entender son la que bordea el paseo La Vereda del Lago. Esta avenida pasa cerca de casi todo: de Santa Lucía el típico barrio marabino de ayer, dos o tres entradas del paseo de la Vereda del Lago, el puerto, la cancha de fútbol que se construyó para que el equipo de Brasil practicara durante la Copa América...
Caminamos un par de calles por Bella Vista y atravezamos la Plaza de la República. Curiosa decoración futbolística (desde adornos en los árboles, cual pino navideño, hasta pancartas, vallas y balones gigantes en la grama) muy bien cuidada, a pesar de que la Copa América terminó hace raaato. El taxi, maracucho reencauchado pero sin desmerecer jamás el gentilicio local, nos llevó a ver la gran-mega-hiper-extra-laarga pancarta que colocó el alcalde de Maracaibo para tapar el cerro donde está el barrio 5 de julio (creo que es ese el nombre) pues, las delegaciones futbolísticas debían usar esa vía para movilizarse entre el hotel y el estadio. Y como el alcalde es considerado, prefirió esconder esa fea vista de los ojos de la visita (¡habrase visto tamaña excentricidad y capricho!) lo malo es que solo quedaban las estructuras, pues de la valla ni el humo.
En ese mismo taxi llegamos al puente sobre el lago. Yoquería verlo al menos de lejitos, iluminado de colores como siempre aparece en fotos y revistas. Nones. En cambio lo recorrimos completico de cabo a rabo, pagamos peaje y demás. Fuimos a parar al final de sus 9 km en una charla amena, riendonos de hasta los mosquitos que se estrellan en los parachoques de los viajeros de carreteras. Un paseo bueno y extrañamente relax.
Comer allá es muy rico. La gente piensa con el estómago y conseguimos opciones diversas. En el circuito gastronómico se ubican en cada acera restaurantes para todo gusto. Areperas espaciosas, cadenas conocidas como Tony Rommas o Hooters, comida rápida como Burger Kind o McDonalds, cafés, pastelerías divinas como Jefrey's y restaurantes muy recomendables como Ciao's, un restaurante italiano donde me deleité con un maravilloso rissotto de salmón con vodka. Uhmmmmmmm ¡rico, rico! solo me faltaba la compañía correcta y la copa de vino para que hubiera sido la cena del recuerdo zuliano; en otra ocasión será.
Quedó en la lista de pendientes visitar la basílica, caminar por El Saladillo comiendo un tradicional snowball. También quiero ir al Lia Bermúdez, este es un paseo obligado. De los demás lugares que se deben visitar tenemos páginas, desde comer en Chops (por los patacones y tequeños) y probar la "agüita de sapo" donde me recomienden (en caso de que finalmente me atreva), hasta recorrer con calma el paseo del Lago y claro está ver el relámpago del Catatumbo que esa noche no quizo mostrarse.
2 comentarios:
Jajaja y por qué le temes al agüita de sapo? será que un maracucho jodedor te hizo creer que eso viene del animalito?
Regresa pronto !
Saludos maracuchos.
Hay tantas cosas por conocer de Maracaibo. Me alegro mucho que hallas disfrutado ese tour express por mi ciudad. Una pregunta: Cuanto te cobró ese taxi???
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