... ¿Será que se me dañó algo? ¿Me perdí alguna lección importante, a pesar de que toda mi vida estudié rodeada de niñas en un colegio de monjas?
Lo sigo averigüando.
La alimentación es otra cosa. No me siento del todo cómoda comiendo por 2 ni por 3. Como por mi, a veces poco, pero con más frecuencia. En realidad, el mes pasado me preocupó ver que solo aumenté gramos y pensé si estaría siendo muy estricta con mi bebé al no permitirme desfueros como levantarme de la cama a media noche a asaltar la nevera por un ataque de hambre. Si como completo, me siento pesada, incómoda porque no puedo merendar, el agua no me "diluye" la llenura; así que me sirvo raciones coderadas (aunque en 2 horas vuelva a tener hambre).
Tampoco he enamorado de los dulces... de hecho, nunca me han atraido mucho los dulces, ni siquiera el chocolate, y en los meses que van, no he comido bombones ni tabletas y casi cero chocolate; ni chucherías, ni dulces cremosos; casi nada de postres en general. A vece me antojo de comer platanitos o yuca frita (los únicos snacks adictivos que me atraganto con gusto) pero ha sido incluso menos veces que en mi estado normal pre-embarazo.
De la comida como todo aunque estoy más "mañosa" que nunca. Ultimamente he notado que no me atraen tanto los vegetales, prefiero pastas y harinas, me he vuelto frutera (algo muy sorprendente en mí) y prefiero llenarme de jugos, agua, sopas y cuanto líquido exista, antes que comerme un jugoso bistec ¡pero yo soy -¿era?- bastante carnívora! ¿Qué me querrá decir bebé? El ápice de mi desencuentro con la imagen típica de la embarazada es el tema del peso. Los cambios que sufrirá mi cuerpo externamente. Muchas mujeres se sienten más dignas, más femeninas, más hermosas con sus kilos amternales; yo en cambio todavía no me encuentro, me extraño, a veces me molesto por no saber qué esperar.
Me siento chica sexy por el busto que me gasto; siento que cada día crezco más (y me asusta)... pero como la barriguita también aumenta, estas nuevas "lolitas" pasan de largo. La barriguita es mi preocupación. Desde que cumplí 18 años he sido muy consciente de mi cuerpo y dimensiones, nunca he hecho dieta pero me cuido comiendo raciones decentes (nada de servicio tipo americano que permite alimentar a 3 personas con una sola ración), como a mis horas y mantengo la merienda de la media mañana o la media tarde, porque eso acelera el metabolismo.
Solo hace como 6 ó 7 años me siento realmente a gusto con TODO mi cuerpo y empecé a usar ropas más ceñidas o lucir mini faldas de colores claros o descotes sin problemas mentales. Nunca me he imaginado gorda, de casualidad aumento 1 ó 2 kilos en el año y con la misma velocidad que aparecen, los pierdo. Ahora empiezo a subir sin saber cómo será. Mi peor horror: la barriga. Estéticamente me incomoda una mujer cuya cintura sucumbre por la panza sin control. Y ahora estoy aquí. Mi barriga crece, lo cual es bueno, y la inquietud se mueve por los rincones de mi cabeza errática.
Ahora estoy viendo como crece de a poco pero constantemente bebé. Estoy emocionándome por eso y preocupándome por si mi cuerpo será capaz de soportar dignamente el peso adicional y maravilloso que ganará en los próximos meses. ¿Cómo lo manejará? ¿las rodillas, la espalda aguantarán bien?, ¿y donde quedará mi cintura? Mis hermanas han adelgazado todo lo que ganaron con sus barrigas, por épocas incluso quedaron más delgadas, aun así, a todas les quedó una tripita de recuerdo. ¿Tonta preocupación, verdad? banal preocupación estética.
Cada semana descarto un nuevo par de pantalones así como descarté los zapatos altos y puntiagudos que tanto me gustan. Uso mis cómodos mocasines y me arreglo los días de trabajo dejándome la cintura desabrochada de los pantalones, que tapo con una blusa por fuera, un sueter o una bufanda anudada a modo de correa.
Espero el día que deba lucir camisas pre-mamá, mientras creo combinaciones inusuales para la oficina, juntando camisas flojas con pantalones coloridos que tradicionalmente no usaría. Rescaté las camisas de tirantes con talle princesa -que realmente no sentía que me favorecieran antes- y para mi gusto, me compré un sueter materno que más bien parece un sueter inspirado en la moda ochentosa que ha regresado, amplio escote, lana gris y a la cadera; me ¡encanta! y me siento muy bien dentro de él.
Cuando he salido a comprar ropa para embarazadas no me hallo. No sé calcular los pantalones y las camisas me parecen aburridas. Todavía no sé como me veré pero voy mejorando, adaptándome, tratando de sentirme a gusto con los cambios. Para mí, el reto mayor es irme adaptando a la nueva faceta por la que transito, dejar de lado o flexibilizar un poco mi imagen de las embarazadas habituales y reconciliándola con el look que suele venirse a mi mente ancho, baggy, talle princesa, aburrido, abarrotado de tonos pasteles y zandalias. Tampoco me gusta mucho el estilo Brittney de cholitas playeras, panza descubierta, mini shorts o tops súper apretados. Nop, debe haber algo bonito, cómodo que no de la sensación de que la ropa era de mi sobrina adolescente y se la saqué del closet robada.
He visto por internet atuendo más modernos, más cosmopolitas, camisas que definen la panza con estilo y me gusta. Aun no estoy lista para llevarlos, pero creo que esa será mi ruta, el punto medio donde me sienta más cómoda siendo yo embarazadota... Para mi es toda una curiosidad verme grande, ¿cómo me veré? ¿volveré a tener las mejillas redonditas y grandes, como cuando era una pequeñita? ¡UPA! esto del embarazo se está poniendo bueno.
7 comentarios:
Hola Martis que buenos post... Eso de los sintomas no te preocupes muchas mujeres los viven como que mientras mas sintomas tengas mas embarazada estas.
Sabes como Embarazadologa (si amo los embarazos y he disfrutado cada embarazo de mis primas, amigas como si fuera mio, lo estudio como hecho cientifico y magico), te sorprenderas con cosas de las comidas...como que si el cuerpo supiera que necesita el milagrito que llevas dentro, con respecto a la tripita souvenir, seras tan feliz al saberte capaz de alimentar a otro, de ver los ojitos de tu esposo, con tu naricita y la sonrisa de la abuela...que eso sera banal...Y El estilo, el que lo tiene lo tiene hasta en el momento mas critico...Te veras bien linda y chic con la ropa...es solo cuestion de saber encontrar y combinar....un besaso y estoy super pendiente de ti y de tu embarazo!!!!
Amiga solo te digo que vivas este momento intensamente vive tus cambios, vive como tu cuerpo se transforma para acobijar y formar a esa hermosa criatura que esta en tu vientre, es un momento único siéntete bendecida por este gran momento. besos para ti
Pelirrojita: eres demasiado cute con ese comentario. Lo de embarazadologa me encanta, de veras y agradezco mucho que estés cuidando a este cyberbebé que viene en camino. besitos!!
Lindisima: eso estoy tratando, estoy acostumbrándome y verme al espejo es todo un gusto. Aun la panza es como pequeña, pero se nota!
Martis Martis antes que nada debo decir FELICIDADES. Tranquila por las mil cosas que pasan por tu cabeza, ninguna embarazada ni ninguna barriga es igual. Mi madre no dejaba de decirme que "cerrara el pico" porque iba a quedar gordísima y que ella aumentó 1 kilo por mes en cada embarazo. Yo aumenté 16 y comía de todo, me decía a mi misma que no me iba a preocupar por dietas porque todo lo que me provocaba es lo que siempre he adorado: hamburguesas, pastas, helados, dulces, nada nuevo para mí. En muchas cosas tampoco fui la típica embarazada: no tuve nauseas nunca (excepto un día que agarré una arrech... en mi trabajo, más nada), no supe lo que es una contracción y me encantaba lucir mi panza: camisetas pegadas que dejaran notar su grandeza, aunque claro, no niego que muchas veces la ropa holgada es muy cómoda sobre todo en lo que a pantalones se refiere, no soportaba nada que me apretara la adorada panza. Antes del embarazo dije que NUNCA usaría una braga y no lo hice, me parecen horribles. Los fines de semana muy hippie, pantalones tipo pijama y camisetas. En la semana pues la ropa arregladita para ir a trabajar, inevitable. Y los últimos 2 meses, ninguna blusa para embarazada lograba taparme completamente la panzota, el pantalón -cualquiera que me pusiera- se me rodaba hasta la parte de abajo de mi inmensa panza y me quedaba un espacio sin cubrir que pues, ni modo, si iba a dar clases trataba de disimularla con una bufanda tipo cinturón, pero no duraba mucho cumpliendo su impuesta función de "tapa parte baja de super barriga", jaja. Zapatos, lo más cómoda posible, después de los 7 meses solo podía usar cholitas por lo que los talones se me pusieron un poco ásperos, pero no importa, adoro las cholitas y después del embarazo volvieron a su estado normal. ¿La pancita después? Confieso ser anti-faja, no la soporté, así que no la usé mucho y, bueno, tiempo para ir a un gimnasio, aún no he hallado un espacio en mi agenda, de vaina el flamenco cuando la nena cumplió 8 meses de nacida, así que mi barriga ahora no es tan firme, depende de la posición en que me ponga parece un papel arrugado por las estrías, pero ¿Y QUÉ? hace 1 mes me puse un bikini y yo, tranquilaza. A los 6 meses comencé a usar algunos de mis pantalones de siempre y a los 9 meses ya estaba en mi peso y figura de antes (entre 49 y 50 kilos). Tranquila amiga, be happy con tus kilos y con el desarrollo de tu panza. Besitos de mi parte y de mi bebi Sarah.
Sorry martis, no sé en qué me pelé que en vez de ponerme yo, salí como "ministerio" ¿what? ni idea, pero soy yo Lili, la que te escribió todo el super cuento de mi panza, bueno lo ves por la firma donde dice "besitos de mi parte y de mi bebi Sarah".
Lilita bella, GRACIAS por el apoyo.
Me rio mucho imaginadote con la bufanda tapa barriga y con la faja fastidiosa.
Creo que será mi situación.
Mi rollo son los pantalones y ya es inevitable que me compre unos maternos, definitivamente no puedo demorar más el tiempo.
Gracias por los ánimos y las bellas anécdotas.
Sarah y tu son un sol!!
besoooos!
Si es bastante dificil sobrellevar esos cambios, de hecho yo soy el que cuida mas de nuestreo hijo, por esa razon mi esposa se ha puesto como muy celosa.
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