... nuestro casero.
Han sido días tristes en la casita. Nuestro casero, el Sr. A. falleció luego de estar viviendo Alzahimer por unos meses. Para nosotros fue una pérdida inesperada, nunca pensé que el Sr. A. se nos fuera tan de pronto, hacía unas semanas que su esposa nos había comentado que estaba muy bien, que le había preparado una torta casera y la habían compartido con sus amigos en el geriátrico. Pero esta enfermedad es muy agresiva. A.veía desmejorando lentamente.
Uno quizá no se daba cuenta, pensábamos que entre la edad y sus achaques eran normales algunas conductas... luego de un tiempo confirmamos que no eran manias, ni chocheras como decimos por acá, eran rastros de la enfermedad que se manifestaban cada vez con mayor frecuencia e intensidad.
A. tenía poco más de setenta años. Lo conocimos cuando nos mudamos a la casita y dee el primer momento le tomamos mucho cariño, sabíamos que sería una persona muy particular, conquien reirnos de vez en cuando y con quien en cierta forma desarrollamos una relación de amigos más hacia lo familiar, que hacia la fría relación "cliente-proveedor"; yo solía decir que era como un abuelito prestado que nos habíamos ganado.
El señor A. empezó a decaer luego de una serie de pérdidas que por lo visto le marcaron con mucha fuerza. En el mismo año se fueron Rembrant,el fiel can que convivió con ellos por más de 9 años; luego su hija fue transferida a otro país y con ella se fue su única nieta, la niña de sus ojos, y por último, falleció su mamá. Este último suceso marcó el inicio del descenso de su salud.
Pensamos que quizá el impacto hizo que se aislara de todo y prefiriera aferrarse a sí mismo. Y poco a poco se desconectó, se alejó, se ocultó y nos fue dejando de lado. La Sra E. tuvo que buscar ayuda, poco a poco se fue apagando en cada aspecto de su cotidianidad, se fue olvidando de los rostros, las costumbres, las rutinas, los lugares y no regresó de su proceso. Se necesitó ayuda adicional, especializada y la Sra. E., una señora mayor, con problemas en la rodillano podía seguir atediéndolo sola en su casa, así que tuvo que internarlo. Eso fue en diciembre 2007.
Esos fueron los últimos días que lo vimos. Meses después, la noticia. Nos enteramosen la noche. Una llamada telefónica que Jesús extrañamente atendió y manejo todo el tiempo. La Sra. E. no quería que me enterara, ella siempre ha sido muy discreta. A la mañana siguiente el servicio fúnebre y la cremación. Casi no llego a despedirme pero lo logré. Entré en la capilla y el padre empezaba la misa de despedida, muy linda, muy clara y sencilla. Junto al féretro del Sr. A. su familia, amigos cercanos de toda su vida, su fiel Juanita y al fondo bebé y yo. Un último adiós a un viejito querido que nos hizo reir con sus muchas bromas y sus conversaciones simples.
Descanse en paz Sr. A.
2 comentarios:
Lo Siento Mucho :-(
GRacias PElirrojita.
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