Desde hace días tengo en medio de la garganta una entrevista que leí de Oscar D´León en la revista del domingo. Me pareció interesante su forma de pensar, claro, con una dejo machista que no se ocultó especialmente cuando leí su respuesta a la pregunta final.
Para el pana está bien eso de ser infiel, de hecho, no parece que sea un tema que le preocupe porque "es posible (o ¿aceptable?) tener a otra y seguir queriendo a la esposa" algo así era la respuesta. Luego argumentaba algo adicional que consolidaba la posición de blanco sobre negro, somos seres libres cuyos deseos nos llevan a hacer cosas reñidas con la moral, o los compromisos, pero que de igual forma está bien hacer porque es aceptable... y puedo hacerlo.
El tema es que me cayó mal. Se me despertó la jefatura-nunca-entregada-formalmente, del Club de Solteras sin compromisos y me quedé con la idea en la cabeza. Por cosas de curiosidad femenina conversé algo sobre los cachos con mi esposo y entre las vaguedades que respondió, dijo una frase que también se me quedó en la cabeza y más o menos rezaba "a la esposa no se le cuenta todo"; algo muy similar a lo que me dijo hace aaaaaaños una tipa que me leyó las cartas "las mujeres deben mantener algunas cosas calladas"... y este comentario iba en línea con aceptar que algunas veces los hombres son díscolos y se descarrilan y bla, bla, bla.
¿En qué quedamos pues? Incluso las mujeres aceptan como con cierta naturalidad, cierta tranquilidad que los tipos se descarrilen porque así son los hombres. Conozco casos de chicos descarrilados por tipas resbaladas que se le meten en el camino; chicos descarrilados porque se antojan de chicas que ni pendiente con ellos más allá de un coqueteo juvenil; conozco chicos descarrilados porque desean mantenerse "en el mercado" cazando cuanta falta puedan levantarse y sintiéndose alegres por un cacho más en su lista, etc. Conozco casos de casos: de ellas felices porque mandaron al imbécil palca´y luego tocando las puertas en la boca de alguien que, a pesar de estar emparejado, se deja llevar. También las chicas se desbocan, aunque pienso que la mayoría lo hace por venganza o despecho más que por el placer de montarle cachos a la pareja de turno.
Yo, moralista fuera de época en busca de redención, creo que las cosas son muy simples:
1 - si emparejado se tiene el deseo de probar fuera de la pareja nuevas sensaciones, debe ser porque en la pareja no se encuentran las respuestas a las necesidades que se tienen.
2 - si la pareja se reencarrila, podría uno hacerse el bolsa y olvidarse de lo ocurrido, para seguir avanzando juntos. En este caso habría que evaluar las razones por las que se reencarriló: lo encontraron, lo amenazaron, se arrepintió, confesó... jeje.. la pareja le hizo lo mismo.
3 - si la pareja es capturada y no muestra signos de arrepentimiento, palca´. Listo allí no hay nada más que decir. Lo malo se corta de raíz y listo, corte limpio y sin más.
Probándome de nuevo mi jefatura del Club, me puse a pensar qué cosa haría yo si mi querido esposito se descarrilara... o si yo, me descarrilara. ¿Podría usar la frase "Es que una mujer debe reservarse algunas cosas" o quizá la del Diablo de la Salsa, ajustada a mi mientras esgrimo una mirada de chica arrepentida y muy afligida "es que yo te amo (bla, bla) y nunca pensé que podría estar con otra persona queriéndote a ti".
Pienso también qué cosas vendrían a continuación del asunto. Qué razones me podrían llevar a descarrilarme/se, cómo podría revertirse la situación; ¿hablar solucionaría el impasse? o ¿serían necesarias otras acciones como tratar de descubrir al infractor con las "manos en la masa", o hacer algo* -también aceptado por lo usual- hacerme amiga de la "otra" para entonces juntos y felices los 3 hacer el papel de la familia feliz?
Definitivamente, la entrevista de Oscar de León me hizo pensar en cosas que usualmente no me ocupan, y como me puse a pensar, y me volví a poner en mi papel del Club, disfruté mucho siendo capciosa y maquiavélica... Por un momento me gustó volver a pensar como soltera y plantearme qué podría pasar si el tipo se vuelve loco; o si yo, ejerciendo mi condición de soltera me metería con alguien ocupado para saborear el thrill de la conquista malsana o simplemente echarle una vaina a alguien. La cabeza le juega a uno unas bromas vale, jeje... no obstante, esto me hizo ponerme nuevamente alerta. Nunca se está totalmente seguro de la otra persona porque uno nunca está totalmente seguro de uno mismo en algunas encrucijadas de la vida. PERO ojo, de allí a que la infidelidad sea aceptable y convivamos con ella como con el agua de la nevera ...eeeeeeh NO-CREO amigo!
*esta es una acción típicamente femenina. No creo que un hombre se sienta cómodo fraternizando con el otro de su culito...¿verdad ? Si el hombre lo hace sería por muy baja autoestima. Si la mujer lo hace es por cdm-adrismo extremo para hacer sentir mal al CDM de su pareja. Sin embargo también podría hacer una explicación que cada vez veo más locas: que por genuina ingenuidad crea que el otro/a es un amigo/a del alma con quien puede apoyarse en los momentos duros y compartir las bellezas de la realción con su adorado/a pareja. JAJAJAJAJA! que loco realmente me parece improbable, pero en este mundo hay de todo!
1 comentario:
Martucha, yo insisto con el mantra de mi manicurista... todo depende de si al injuriado le quita o no la paz. Conozco varias parejas que no le paran o se hacen las locas... pero el punto es que a quién le toque tal realidad se debe preguntar si puede vivir con eso, manteniendo la paz...
Mantra: "yo alejo de mi vida lo que me quita la paz".
Slds
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