La vimos la semana pasada. En la camita, tranquilos. Fue medio complicado empezar la proyección porque entre el agotamiento mental y la cena en preparación, había que interrumpir en ocasiones para dejar todo preparado. Hasta que lo logramos Little Miss Sunshine empezó y nos metimos en el mundo de la disfuncional familia Hoover. Y vaya que es una familia triste, estresante, con minima comunicación entre sus integrantes y con una profunda necesidad de reconectarse con el optimismo y la vida. A mi modo de ver ellos sobreviven en su rutinario trajinar, sin mayores incentivos más que una promesa de éxito que los lleve a la estabilidad económica y por extensión a una mejor vida.
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Muy original, muy divertida. Con mensajes oportunos que aparecen como al descuido, y con una dosis de humor muy bien calculado. Me divertí muchísimo. En esos 110 minutos de película descargué muchas de las tensiones que había acumulado en los días previos y sentí que muchas de las frustraciones, de las angustias y de los sueños que se desvancen estaban cerca de mi -en otro tiempo y contexto distinto, pero con el mismo trasfondo- Es simple, es clara, es directa es humana y bella. Es de esas películas donde los cuadros estáticos trasmiten tanto como las escenas de acción de los personajes. Es muy ocurrente y genera risas sinceras.
Uno se rie de las desgracias, de las soluciones absurdas surgidas por las necesidades y se rie de la falsedad de las personas que se desviven por un concurso de belleza 100% superficial. ¿Se horrorizan de que alguien les muestre la realidad de su mundo de ensueños, con un toque de realidad adulta sin malicia? jajajaja, cuando la pequeña Olive empezó a bailar ya no podía detener mis risas.
A mi modo de ver, Little Miss Sunshine es una película obligatoria. Hay que verla y sin darse cuenta uno llega a amarla. La familia Hoover es un retrato de muchas de nuestras familias, de nuestros momentos día a día, y sin embargo, en ese mundo apático, aburrido y sin sentido, está Olive y no puedes más que adorarla. Creo que esa candidez debería permancer de adultos... sería más divertido.
Señas:
Little Miss Sunshine
Directores: Valerie Faris y Jonathan Dayton.
Protagonistas: Steve Carrell, Greg Kinnear, Toni Collette y Abigaíl Breslin
Distribuye: Fox Searchlight Pictures, 20th Century Fox International.
6 comentarios:
yo la quiero ver tengo curiosidad, saludos y un beso,
Me siento a ver cualquier pelicula, la que sea, en el cine o en el comodo sofa de mi casa y le pregunto a mi esposo, con cual personaje se identifica mas, lo mismo hago, no hice si no quedarme sintiendo el respiro de felicidad y amor que hay en Olive, fui ella toda la pelicula, hizo tan creible el hecho de darle todo su apoyo a su hermano, sin decir una sola palabra, su talento espontaneo para tratar de ganar el concurso, eso pasa, claro que si, en muchas ocaciones nos provocaba hacer entrar en razon a su padre, Greg Kinnear, que no reflejara tanto sus propios fracaso en sus acciones y que el mismo fuera el mejor modelo de inspiracion para su hija. Es cierto lo que dices, muchas familias que vean esta pelicula se pueden llegar a sentir tan identificadas, pero lo que no entendi, fue por que el Oscar al actor que interpreta al abuelo, despues de... le da a la trama un sentido menos creible, a mi parecer.
Pero en general, si me gusto, sabia que tenia que verla.
Saludos
Lindisima tienes que verla, de veras que pasaras un rato muy ameno.
Besitos!
Carola, bienvenida a mi blog. Me pasó como a ti con Olive, me sentí como ella gran parte del tiempo, es tan alegre su perspectiva de la vida, que me reconecta con un optimismo que a ratos se apaga por el trajinar diario.
Besitos!
Le haremos caso, y yo le recomiendo a usted que vea Hotel Rwanda alquilada o como sea, pero hay que verla, un must.
¿Y los tomates?
Slds
llamar incluso a la familia hoover disfuncional posiblemente sea pecar de impropiedad en el lenguaje, tan leve parece ser al comienzo el vínculo que los une...
sin embargo las ilusiones, las pérdidas y la autoaceptación los reencuentra y a ellos y a uno se le olvida, que en la esquina espera un mundo que mide en victorias y derrotas, en porcentajes y miles de millones nuestros actos y omisiones...
salud!
j.
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