Sir Bono: ¿qué otra cosa podría pasar?

... porque él ya ha dejado su huella en todo el mundo. Luchando por la igualdad, por la reducción de la deuda externa en países del tercer mundo, luchando contra el hambre y la pobreza en Africa y cantando, mucho, siempre; dando geniales conciertos y teniendo una vida familiar estable, sin escándalos. Es que Bono se las lleva y se las trae.

Enterarme de semejante noticia solo pudo producirme más felicidad. U2 es mi banda musical favorita. Cuando la conocí por vez primera, formalmente, con conciencia, hace poco más de 14 años quedé enamorada de ellos y claro está, quedé enamorada de Bono. Con el tiempo me he maravillado con su sensibildiad humana, con su convicción y gusto por las causas nobles. No sé que opinen muchas personas, pero siento que la labor que realiza es genuina y en su constante búsqueda ha captado la atención de gobiernos, cientos de instituciones, organizaciones, individuos y los ha movilizado a dar su grano de arena.

Ahora Bono es nombrado Caballero Honorario del Imperio Birtánico. ¡Qué lujo! Es irónico que el Imperio, contra el cual se reveló (hace miles de años) exigiendo la libertad e independicia de Irlanda le conceda ahora esta orden, y el propio Tony Blair nuevamente declare que es uno más de su fans. Desde que se metió de frente con las causas humanitarias ha tocado la puerta de personas diversas desde presidentes, empresarios y multinacionales, hasta gente de a pie. Nadie ha quedado indiferente. ¿Cómo hacerlo?

Qué pena que no podrá ser llamado Sir Bono como Sir Elton John o Sir David Bowie o -como el muy sexy viejito- Sir Sean Connery. Nones. El seguirá siendo breve, Call me Bono, just Bono;... las ideas que modestamente propuso suenan divertidas: Lord de lores está bien, pero eso de Semidiós ya es como demasiado.