domingo, julio 22

Para atrapar a un chico: estrategia ancestral

... que dicen las abuelitas funciona de maravillas para abrise paso al corazón del chico elegido.

Hace pocos días conversábamos varios compañeros y salió el cuento. Él, chico menor de 25 años, muy inteligente, simpático, decente, galán hasta las medias, es todo menos tímido, finalmente este año se decidió con la chica de turno y se en-noviaron desde hace unos meses. El chico, chico es y cayó en una trampita bien montada sin darse aparente cuenta.

La cena (su versión para amigos): El chico invitó a un ex compañero de clases junto a un par de amigos de su trabajo a tomarse alguito en casa. Llegó la gente y el anfitrión se apareció 1 hora después del brazo de 2 chicas lindas y risueñas, a quienes había ido a buscar. En casa, la conversación amenizada por whiskeys dio paso a la comida. ¿Quieres otra chamo? no vale; no tranqui... bueno, y ante la insistencia del chico los compañeros de la oficina cedieron a comerse sus respectivas arepas caseras, flaquitas, con mantequilla y sin masa ¿okey? que las lindas nenas hacían con esmero. Ellas no estaban en la sala conversandito, ellas estaban en la cocina haciendo arepas para los invitados. No sé si luego se unieron al festín, pero la casa era la arepera feliz, hechas al instante y servidas como solicita el chico, cual restaurante, gratis y sin salir de casa.

Típico de mi, pregunté y repregunté porque me sonaba que en esa historia de arepas gratis había gato encerrado. ¿Gratis? sí, yo te aviso amigo mío.
- ¿Y esa generosidad de las niñas? No sé; ellas me dijeron que me querían preparar una arepas y les dije que sí.
- ¿Ellas sabían que ibas a tener amigos allí? me miró con rareza, No; ¿por qué?
- ¿Hicieron para todos? Pues claro, ellas me dijeron queremos hacerte unas arepitas en tu casa, y yo acepté.
- Oye y tu novia no los acompañó, ¿qué le dijiste? Nada, la verdad, que estaba en mi casa tranquilito, que cené arepas y así fue.

La cena (mi versión pensando como las niñas): las niñas se ofrecieron a hacerle cenita a él, ellas solteras, él soltero, en su casa, el plan estaba servido literalmente. La ecuación era fácil: un par de amigas chéveres, queridas, una cenita tipo "tranquilo", con cervecita o algo más fuerte. Los tres allí comiendo, riendo, bebiendo, charlita, entre amigos; y como entre amigos existe cariño, todo puede pasar. Lo malo fue que el chico les enfrió el plan invitando a un gentío a su casa, para hablar de fútbol, trabajo y computadoras. Ellas firmes, recordando siempre que la manera de llegarle a un hombre es por la boca (realmente por el estómago), como dicen las abuelas, se encargaron de complacerle sus exigencias culinarias.... pienso yo de mal-pensada, que las expectativas culinarias de ellas eran de otra índole, pero ¡en fin! La cena terminó poco después de medianoche y la gente se fue a sus hogares.

- ¿Y las niñas, qué? nos quedamos hablando un rato más. Todo tranquilo.
Él me habla, yo me sonrio de nuevo. Al final, el plan sí levantó. Tarde en la noche, sin público y en privado, barriguita llena, corazón contento y algo de alcohol en la sangre recapitulamos la velada, lo rico que quedó todo, lo geniales que son ellas al haberse ofrecido a cocinar, lo esmeradas que son, un encanto de chicas... Marcador: punto ¡doble para las nenas!.

- Uhm... ¿ellas saben que tu tienes novia verdad? ... encogida de hombros, ¿y para qué?
Niego con la cabeza lo que pienso. Mira ¿y esas arepas como por qué?¿A ti como que te quieren entrampar?.... no sé, ellas me dijeron y ya. ¿Entramparme? risas nerviosas, lenguaje gestual que grita preocupación y sonrisa gélida. No vale... ellas solo querían cocinarme algo y no iba a decirles que no.
- Suerte que no se conocen, porque tu sabes que las mujeres hablan; una amiga le dice a otra, que si Fulana hizo aquello y cosas como ésas más aún, tú sabes, para compartir tips. ¿Seguro que esas niñas y tu novia no tienen círculos de gente en común? ...nnn..nnno que yo sepa.

No hay más que decir. Las palabras sobran. Next thing I know él está buscando un muy buen regalo que obsequiarle a su novia, sin razones ni motivos más que el amor, y prefiere dejar de lado la ingesta de arepas... al menos por un tiempo.

1 comentario:

fitziane dijo...

Mmmmmm. Muy extra~no. ?Arepas gratis? Los gringos dicen que no existen los almuerzos gratis. A mitad de cuento pense que las chicas estaban ojeandole la casa para que los novios le robaran. Ojala que no sea.