viernes, junio 2

A ver a ver... que nos hace falta de cuando en vez



- el sol
- un chiche!!!
- una cremita de manos
- la mirada aprobatoria de un complice cuando te escapas de clases.
- la mirada de "check in you back" cuando, estando con alguien (pareja actual o en proceso), detectas a alguien interesante en la distancia.
- el coscorronazo o pellizco o pizotón de advertencia cuando pones cara de venado desvalido ante la persona que te hace click en el corazón.
- la sonriza perfecta, elegante, digna e intachable cuando metes la pata frente a personas importantes, o cuando tratan de robarte tu momento en público.
- las artimañas de Bree para mantener a una arpía a raya.
- la inteligencia de Lyneth para hacer que la gente actúe de la manera más práctica o conveniente para uno.
- comprarse un espectacular sosten negro, sexy, luxurious solo porque uno se verá divina con eso... y si le sumas unas botas trenzasa altas, hasta la rodilla; será divinamente provocadora.
- las 2 cucharaditas de arequipe para calmar un ataque de ansiedad a media de la tarde.
- una copa de vino tinto (Pinot o Trio) con cuerpo y aromático, sentada en una silla amplia, con los pies en alto, mirando el atardecer, acompañada por la brisita y cantos de pajaritos.
- decirle "sus 4 cosas" al jefe abusivo que constantemente sale de aprietos por nuestras acciones pero que es incapaz de aprender de sus errores (¡y menos aún de dar las gracias!)

A veces hace falta sonreir, simplemente porque nos sentimos aliviadas y "bien" con una misma.
A veces hace falta reirse de quienes lo quien mal a una, y saborear sus metidas de pata o infortunios, por estar de pisa-pasitos.

A veces hace falta llorar unos minutos, deprimirse, sentirse abrumada por la vida por las decisiones y por los resultados, sin que nadie nos diga "Te lo dije" y simplemente nos de un abrazo. Sin preguntas; cuando se está abajo no necesitamos ayuda extra para quedarnos allí. Claro, que luego de ese quiebre de temperamento, de vulnerabilidad expuesta, responerse y pensar optimistamente hace falta para avanzar y seguir adelante.

A veces hace falta no hacer nada. Dejarse llevar, cometer una imprudencia, escaparse con alguien, comprarse un regalo caro o inusual, darse unos besos a escondidas, celar al mejor amigo y dejarlo ir seguro, abrazar a su mamá y a su papá y decirles que se les quiere un mundo; tomarse un trago con quien no hablas y descubrir que es super interesante; sentirse indefenso y poner cara de "mujer inutil # 5" cuando queremos que nos ayuden sin muchas explicaciones.
Hace falta salir todos los días con el mejor humor del mundo, porque luego el día suele venirse encima.

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