viernes, agosto 11

Nombres que suenan = marcas que pegan











Nombres extraños hay por montones. Desde los fatídicos abortos vivientes de la globalización mediática (¿sonó politiquero, no?..jeje) como ESPN = pronunciandose Espen Martinez; cosas como USANAVY = Iuseynavi; pasando por maracucherías como Astrolabio Hermenegildo, por usar una palabra de moda junto con un nombre santo, del santoral del día; y por otras modas como combinar los nombres de la mitad de los parientes de un recien nacido para ganerar algo original, bonito y sonoro como EnDiMar = resultado de Encarnación + Diógenes + María. El resultado de mezclas así, frecuentemente suenan a marca de piezas automotrices, nombres de casas, o químicos para el cabello.

Pero en el extremo opuesto tenemos nombres peculiares como los japoneses o chinos trasladados a nuestras tierras y su acompañamiento obligatorio por un segundo nombre castizo. Cosas como Harumi = bienvenida primavera; podría transformarse en un Harumí María o Harumí Elena. En algunos casos los 2dos nombres no pegan ni con crazyglue y sin embargo uno aprende a vivir con ellos sin vergüenza... a menos que algun desalmado lo descubra y publique por las cuatro esquinas.

Tenemos nombres de lugares y alimentos que parecen estar gestando una nueva moda, underground, para "elites" como Holanda, Miranda, Paris, Tiuna, Francia, Apple (este se lo puso Gwen P. a su hija), Hersy (como los chocolatitos esos). El nombre como tal suena aceptable, interesante y hasta atractivo. Poniéndolo en contexto con un Miranda Sofía Rodríguez Pérez... quizá pierda alguito de esplendor, pero sigue siendo ok.

Otros nombres, sin importar cuán español, castellano o cristiano sean, definitivamente tienen pocas opciones al momento de ser combinados con otro. Nombres como Constanza, Fernanda o Amaranta, no suenan bien si se les añade un Carmen, Lorena, o Isabel... y hay cantidad de madres frenéticas que siguen intentando coronar a sus niñas con 2, 3 y más nombres adicionales. Señoras: ES DE MAL GUSTO. Por mucho que le sumen, no sonará mejor, creanlo.
En esta misma línea, hay nombres que deben desaparacer de la faz de la tierra por respecto mínimo a sus portadores, porque solo un gran rechazo a su persona justifica su utilización. Aquí ubico a Encarnación, Constitución, Dolores, Sigfrida, Paciencia, Trémula, Josefina, Anunciación... ¿por qué alguien debe cargar con ese peso en sus espaldas perennemente? Se entiende que en ocasiones se usan esos nombres por buenas razones, como seguir la tradición familiar, agradecerle a la Virgen o algun santo un favor recibido, pero ¡Caramba! ofrezcan otras modalidades de pago y piensen en el futuro de la criatura que lo llevará de por vida. Las tradiciones SIEMPRE se pueden modificar si eso implica en mejoras sustanciales.

Nombres muy usados que poco a poco han ido perdiendo brillo, pero que siguen sacando las "patas del barro" son los clásicos María, Andrea, Carolina, Ana. A estos le agregan cada mezcla y siempre suelen quedar bonitos. Otros nombres en cambio, por muy usados y estables que sean a lo largo del tiempo suenan bien en pocas combinaciones. Este es el caso de Marta. Salvo mezclas como María Marta (y viscersa), Marta Elena (que no me gusta pero suena) y Marta Carolina, creo que pocas opciones viables hay. Muchos iteran con Marta C. = Cristina, Carolina, Cecilia, Celeste, Corina, etc etc... en cada caso sonó uno peor que el otro.
A veces es mejor irse por lo básico: un solo nombre puede hacer a su dueño igualmente feliz. Además del valor agregado de ser práctico, sencillo, puede potenciarse como una marca al estilo "Just Nike" y pasar a "Just Marta", es fácil de recordar... en fin, va con los tiempos de ahora y sigue una de las reglas de los slogans publicitarios: corto, directo, simple y con suerte, pegajozo... aunque esto último dependerá en gran parte del usuario y su capacidad de mercadear su marca, digo su nombre.

1 comentario:

Evelyn dijo...

Me encantó!