miércoles, marzo 21

La ciudad ataca a los despistados: asalto frustrado

... por la bendición de alguien allá arriba que decide cuidarme en cada paso que doy.

Soy de las afortunadas venezolanas, caraqueñas por demás, que no ha tenido un impasse con la delincuencia en el país. Es cada vez más común sumar historias que incluyen robo, asalto, carterista, malandro, etc. pegado al sujeto conocido: yo, mi hermana, mi mamá, mi esposo, el amigo de ella, etc. Cada vez más la delincuencia se esmera en tocar todos las puertas, ventas, bolsos y autos de los que vivimos en esta ciudad. Anoche, casi me sumo a esas historias.

Venía en la autopista, temprano, serían las 7 de la noche. Cosa extraña en mi, vengo relax, sin apuros manejando en el canal del medio, es lógico que no conduzca a mayor velocidad porque el tránsito está fuerte, así que avanzo constante ¿50 ó 60 kmp/h quizá? el tema es que saco mi celular y marco a mi mamá para pasar por su casa a recoger unas cosas. Marco el número, repica, repica, responde.

Mi ¿Aló? se truncó por los golpes súper enérgicos de un motorizado en mi ventana del conductor. Tan fuertes que por un segundo creí que había golpeado algo, o peor aún, que me habían roto el vidrio. Mi mamá al teléfono pregunta afanada qué ocurre. Yo no entiendo los golpes en mi vidrio y volteo a ver al susodicho. Eran 2 personas en la moto. El conductor me gritaba con fuerza algo respecto a que yo estoy hablando por el celular, mientras le respondo ¿Qué pasó? ¿qué cosa con el celular? el acompañante, agazapado en su espalda evalúa el interior de mi vehículo. Mira de un lado a otro buscando, ¿qué.... cosas arrebatarme? eso me pregunto yo.

Sigo con el celular y la llamada conectada. Le digo a mi mamá algo respecto a los tipos dándole golpes a mi vidrio y volteo al lado derecho del carro. Una segunda moto me adelanta y se detiene justo en el borde del carro, cerca del faro. Volteamos, intercambio de miradas, él motorizado 2, con el motorizado 1, yo al motorizado 2 y de regreso al 1; de regreso al acompañante "observador". Nunca me detengo. Cuando sucede el golpeteo en mi ventana estoy a punto de detenerme por la cola, pero por fortuna el tránsito avanza y no detengo el carro completamente... gracias a Dios.

Siguen sus gritos y sigo yo en la misma postura: mano sobre el volante, vidrio hermético arriba, llamada activa, respondiéndole a mi mamá y mirando al motorizado a los ojos... el motorizado 2 sigue su rumbo; luego esta parejita le sigue el paso. Se van.

¿Qué pasó? No tengo idea. Todo ocurrió muy rápido. Habremos consumido 1 minuto, quizá 1 1/2 minutos en todo este vaivén de gritos, golpes, miradas rapantes, intercambios, susto. YO aun desconcertada le recuento lo ocurrido a mi mamá. No te pares hija, sigue manejando no te detengas. Tranqui, yo jamás cambié de marcha o actitud. Creo que precisamente debí mostrar cara de desconcierto, asombro, quizá incomprensión pero segura que nunca demostré miedo porque simplemente JAMAS me pasó por la mente que sería un intento de robo frustrado.

Se fueron y me quedé con la duda de si había ocurrido algo a algún vehículo cercano a mi, si por el contrario yo por estar con el celular había cometido alguna infracción o golpeado al motorizado. Nada. Nada de eso. Solo iba a ser una víctima y no pasó. Sé que Dios me cuida, mucho, especialmente cuando manejo. Ayer, analizando con calma, al rato, luego de la situación, me quedé con la boca abierta. ¿Qué pasó? ¿Estaban buscando a alguien o algo específico? ¿era una simple treta para robarme el reloj o los anillos? Mi hermana me dice que quizá era más que eso, el carro, yo adentro de él. Pudo ser más grave y no fue. Pero, ¿era un target más o solo la presa del final del día? no sé. Tampoco importa.


Es extraño asimilar que estamos así, vivirlo de cerca y decir Me salvé. ¿Cuántos tienen esta fortuna? peor aún, ¿hasta cuando nos tocará convivir con situaciones así?

3 comentarios:

alexs! dijo...

wow que intenso lo que te pasó pero ese es el pais en el que vivimos, lo mas importante, Dios es fiel y nos guarda cada día, gracias a Dios y no pasó a mayor cosa que un susto, pero pa lante es pa' lla

Evelyn dijo...

Amiga, tal como te lo comenté anoche... ese es tu angelito particular que te cuida ;)

Lindisima dijo...

Gracias a Dios que te cuida, ibas hacer blanco de un robo, menos mal que los tipos se arrepintieron, cuídate mucho y no te confíes, hay que estar alerta, en esta ciudad en donde vivimos, un beso.. pasa por mi blog que tengo un regalo para ti.