... porque no podía soportar la sola presencia de este ser repugnate en mi vida. No me sentí alegre; Daniel tampoco, y si bien es cruel, sé que era necesario. Era él o yo.
No es fácil ver morir a alguien. Menos aun lo es conspirar para matar a alguien. No es fácil ni siquiera actuando como simple asesor intelectual, o de complice haciendo barra y dándo ánimos a quien comete el delito. Luego de ver el cuerpo tuve una sensación extraña. Primero verlo me llenó de asco, de repulsión; no esperaba verlo allí descansando pero igual grité y salí a esconderme en el cuarto. No quería que me viera, no quería estar cerca... Sin embargo, ese era el momento, la tarea debía ejecutarse en ese momento porque luego todo volvería a lo habitual: yo morirme del asco y del miedo por saber que estáq cerca; yo desvelarme y dormir mal porque el más leve ruido me hace creer que se aproxima, merodea mi casa y me despierto agitada. Él: quizá solo haciendo lo suyo, urgando, buscando, tomando ventaja de mi minusvalía en esta situación.
No es fácil concientizar que le deseas la muerta a alguien. Lo manifiestas en voz alta. Tus seres más cercanos lo saben; no tooodo el mundo, solo los que pudieran ayudar en la solución del problema. Tomada la decisión evitas comentar más de la cuenta. Eliges el método. Imaginas el mejor "escenario" para hacerlo. Es imposible prever todos los detalles pero igual imaginas cómo será la tarea. Esta vez quería inmediatez y poco drama. ¿Quién va ha hacerlo? siempre yo tomaba la batuta, pero esta vez Daniel resolvió todo durante un viaje de negocios que hice. Repasamos las acciones por teléfono. Yo esta vez no quería veneno. Me estaba aflojando; me estaba suavizando. Quería desaserme de él, sin dudas, el veneno es eficiente; pero me daba algo de asco pensar que moría poco a poco, retorciéndose envenenado. ¿Y luego qué? ¿quién se encargaría del cadaver? yo siempre dejé esa frase sin cierre, solo estaba segura de que no sería yo.
El viernes veníamos de una cena festiva. Llegamos alegres sobre la media noche.Yo estuve en la sala hasta que Daniel me hizo señas Está acá; dormido. Curisosa ¡siempre curiosa! me acerqué de puntillas a verificar y ciertamente. Aunque estaba observando desde lejos, grité algo -no muy fuerte- pero no logré despertarlo. ¿Ahora qué?... yo, ablandándome como me estaba ocurriendo, le dije que no sabía. Dale un golpe, haz algo, no lo quiero ver. Le dejé el muerto -jeje, literalmente- a él, mientras yo me escondía en el cuarto.
Fue más rápido de lo que pensé. Por inocencia o inexperiencia, el pobre ratón ya había comido veneno. Dudo que haya sido en mi casa porque el día anterior solo se habían colocado media docena de grajeas entre la puerta y detrás de la nevera. Por lo que sé, la acción de este producto no es instantánea, toma tiempo, requiere mayores cantidades. No creo que hayamos sido nosotros, pero igual, el final estaba cerca.
Agarra la escoba y arrástralo hasta acá le dije mientras yo corría por la casa abriendo las puertas para que llegara al patio y depositara allí el cuerpo. Así lo hizo. Y lo observó. No puede quedar aquí; no está bien, vendrán animales. Yo ya me había regresado al cuarto. No sé amor, tíralo al terreno vacío, yo tengo asco, no lo quiero ver. Que lamentable. Soy una blandengue, complice de asesinato cobarde con complejo de culpa. Daniel resolvió bien. Se deshizo del cuerpo sin rastros. Volvió a la casa y al mirarnos nos dimos cuenta de algo: hicimos algo malo, no debimos haberlo hecho; somo malas personas.
Es terrible tener conciencia. Por regla general odio que se lastime a los animales sin embargo en el caso de este ratón de campo que se metió a mi casa en un acto de locura la noche del martes, intenté ser despiadada. Yo estaba resuelta a defender mi fuerte; él no pertence acá. Me dan repulsión, no puedo ni verlos, físicamente me afectan, empezaba a somatizar esa repulsión. Cuando hablamos de las medidas a tomar, le dije a Dani que hiciera lo que tenía que hacer, que no me importaba; pero cuando me dijo coloqué un poquito de veneno yo le dije que prefería otro remedio. Los conocidos a quienes les comenté dijeron en su mayoría que usara el papel engomado (¡¡¡¡ASCO!!!) y solo una persona me dijo veneno. Yo me ablandé; no podía ser veneno ¿y si muere en un lugar oculto y nos enteramos luego por el olor? (¡¡DOBLEMENTE ASSSSCO!!) había que correrlo de la casa, como las veces anteriores.
Esto es lo malo de vivir en la casita. Antes, jamás me preocupé de este problema pues viví toooda mi vida en apartamento alejado de terrenos valdíos, alejado de patios, de arboles frutales, hormigas, insectos, etc. Viví feliz sin que la naturaleza me asustara salvo por las cucarachas/chiripas que son inevitables (pero viene el fumigador, las elimina y de regreso a la paz). ¡En fin! ratones, jamás. Ellos se ponen como locos cuando empieza a hacer calor y creo que por eso en las noches más calurosas salen corriendo a ver donde consiguen mejor temperatura.... y nos han elegido tres veces. La primera vez que pasó me puse toda alterada y muy molesta. La casera sonriente me explicó que era normal. Cosas de las casas; asegura el borde de la puerta y el veneno no lo pongas fuera de la casa para que el perro no se lo coma. Es todo.
En esas ocasiones el ratón se alojaba en casa, nos costaba sacarlo, pero siempre se iban; o lo espantábamos. Recuerdo que una vez aprovechamos que salió durante el día. Estábamos trabajando con la puerta de la casa abierta para que entrara más brisa fresca. Así que con el alboroto madre que hicimos, lo asustamos y salió corriendo por la puerta hasta que se perdió en el patio. El estaba tan asustado como yo. Segura de eso.
¿Por qué optamos por una medida drástica esta vez? porque me estaba afectando mucho tenerlo en casa. Saber que hay un ratón en mi casa me descompone. El jueves en la mañana antes de salir a la oficina revisé cada rincón de la casa y me percaté de que no había rastros de roedor. Me sentí feliz. Pensé que se había ido. Pasé el día feliz, pero el viernes fue distinto.. bueno, en realidad Dani me dijo que lo vió y eso me dañó el día. Así que lo decidimos. Había que ser drásticos y salir de él.
Yo solo soy accesorio de un asesinato. Yo compré el veneno el año pasado y siempre que arreglaba el gavinete de artículos de limpieza tomaba el envase en mis manos, leo la etiqueta, pienso en botarlo y acto seguido lo guardaba por-si-acaso. Eso explica mis huellas allí. No ejecuté el acto. No distribuí el veneno en la casa, no tomé la escoba para sacarlo de la casa, no lo llevé al monte, no pueden echarme esta muerte a mi... y ya mi conciencia casi ni me reclama por haber participado en lo que participé.
Es duro. Realmente me quedé en shock. Sentimientos mezclados. Estuvo bien, era lo mejor, era la solución más conveniente. Entonces ¿por qué me siento tan mal? ¿por qué tuvo que venirse a meter en mi casa este ratoncito? que horrible es disponer de la vida de un ser vivo.
6 comentarios:
Tareas de ama de casa...
Guácala, ratas. Tienen derecho de vivir, como todo, pero que lo hagan lejos de mí. Una vez tuvimos que salir de medianoche a un hotel porque las ratas entraban por la rejilla de la calefacción muy ufanas, y por ahí desaparecían tambien. El colmo fué cuando una se le montó encima a mi marido que estaba acostado en el sofá. Asco, muerte a las ratas.
Tranquila, como tu dices o era el o tu, y que mejor tu que eres la dueña de la casa jajaja, un beso,
Se murieron mis tomates... buahhhhhhhhhhhhhhhhh
Hola Martis...tranquila....ellos se reproducen a la velocidad de luz...y no estan en extinción....ademas el orine de un raton podria enfermarte a ti o a alguien de tu familia...asi que tomalo como algo de superviviencia .,..eres tu o soy yo....un beso
Chicas, amigas, TODAS: gracias por su aliento y comprensión. Sí es cierto que nos han visitado estos seres y que desde entonces los odio. No me siento cómda con lo que ocurrió aunque como dice la Pelirrojita el orine del ratón podría causarnos mayores enfermedades que un simple dolor de cabezas.
Gracias a todas por su comprensión
PD 1: Fitzi, SORRY por lo de tu caso. QUE ASCO la rata en la barriga. DOs que susto.
PD 2: Monic sorry por tus tomates. Ya verás los mios.
Besos!
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