sábado, marzo 24

Sin-comunicación: problema de familia

... que puede heredarse, enraizarse y trascender los buenos sentimientos. ¿Cómo llegamos a esto?

A veces me hago esta pregunta. Quizá me la hago cada vez con más frecuencia. Ciertamente, me lo pregunto mucho y veo a mi familia. Cuando las personas que uno ama se alejan entre sí, por situaciones coyunturales o malas rachas, uno puede entender que hayan explosiones de caracter; quizá encontronasos pero se sigue adelante. Uno puede justificarse ciertas reacciones para animarse y tratar de solucionar ese alejamiento. Se busca apoyo en los amigos y familiares, se busca apoyo en los recuerdos, se busca apoyo en el interior de cada quien, en el trabajo y hasta en las evasiones. El objetivo es sobrellevar la mala temporada y seguir adelante. En mi familia siempre ha sido así. Juntos superando lo que venga. Apoyándonos cada vez que se necesita.

Sin embargo las cosas cambian. A veces esas malas rachas se alargan más de la cuenta. Las explosiones de caracter se prolongan, los maltratos verbales se apoderan de los rincones donde antes se encontraban piezas del mobiliario personal. En este maremagnun, las personas se alejan. Avanzan ciegas. Se recluyen en su silencio -que hace aun más daño a quienes los redeamos- asumen actitud de resignación o se victimizan. Se hacen miles de cosas, se toman distintas actitudes y en el fondo todo se podría aclarar simplemente hablando, comunicándose de verdad. ¿Por qué nos cuesta tanto?

Durante mi inicio de adultez -incluso en algunos momentos de mi juventud- comparaba mi familia con la de compañeros y amigos. Generalmente quedaba satisfecha al ver que entre todos, nos manteníamos juntos, unidos, una pared defensiva contra el exterior agresivo y erosionante. Mi familia con sus explosiones, arranques, drama, era superior a las que observaba y me sentía normal, aliviada. Pero las cosas cambiaron. Mi familia disfuncional cambió, sus integrantes crecieron, cada uno de nosotros tomó su camino. Es entonces cuando pesan los vacíos, las soledades. Ahora es cuando los seres que más amamos asumen comportamientos desesperados silentemente desesperados por tratar de reterner los viejos tiempos, controlados, resueltos, rutinarios. Nadie gana con eso.

En una época de mi vida tuve que tomar desiciones difíciles para mí. Hoy hablaba de eso con mi mamá, con mi hermana y con mi esposo. En cada caso, repetía las frases y la emoción me nublaba la garganta. Con Jesús en casa lloré un poco. A veces, la mejor manera de ayudar a un ser querido es dejándolo, es obligándolo a resolver sus pequeños retos por sí mismos... a pesar de saber que uno puede ayudar a hacer la carga más ligera, a pesar de que uno puede resolver todo con solo mover una mano, a pesar de desear evitarle el dolor o la dificultad a alguien. Y tuve que decidir lo contrario. Tuve que aguantar regaños, malas palabras, descalificaciones que me hirieron (yo hubiese dado todo por revertir la situación y resolver los problemas), ya que decidí no actuar para que la otra persona tuviera que enfrentarse y progresar. ¿Fácil? para alguien con mi formación "dejar de hacer" puede ser de las tareas más duras y difíciles de lograr. Pero lo hice. Y luego, meses después las gracias por haber actuado así llegaron solas, de la boca de una persona más autónoma e independiente.

Hoy, tuve que hacer de árbitro entre 2 mundos muy distintos.
Nuevamente dos visiones del mundo que chocan a cada rato y se crean mayores enredos. Los premios, los castigos, los refuerzos positivos y las descalificaciones constantes. ¿Cómo llegamos a esto? Hoy me sentí con una responsabilidad enorme. Oir, comprender, sugerir, animar a mi mamá y mi hermana, al mismo tiempo que halarles las orejas, llamarlas a punto, destacarles lo que a mi modo de ver está minando la relación y pedirles que escucharan lo que no quiren oir porque sé que les hace daño... pero hace más daño cerrar la comunicación definitivamente.

Es dificil aceptar que la gente crece y cambia. Es dificil acceder a dejar espacios libres cuando uno ve, que al ser que ama, se le hace difícil manejar resposabilidades, patrones, rutinas. Nada sencillo es quedarse quieto frente al límite imaginario que debería trazarse en las relaciones madre-hija. La madre protege, ayuda, sustenta, protege, enseña, cuida. La hija se refugia, delega, contrapone, reta, apoya, crece. Cuando la vida lleva a que uno comparta roles y a que convivan generaciones con ritmos distintos y estilos de vida diferentes, es como el choque de dos mundos. La buena comunicación ayuda a entenderse. La explosión de los mundo solo se evita equilibrando las cosas, hablando, dejando crecer, creciendo.

Hoy me sentí impotente por no poder hacer algo... algo más que oir, tratar de comprender, pero tambien tratar de lidiar en un mar revuelto. Quizá me pasé al decirle a cada quien sus puntos buenos y sus peores errores en la relación. Quizá mis palabras solo se recibieron como una cantaleta agria que destacaba fracasos y aumentaba culpas. Jamás fue mi intención. Odio ser la mala. Sin embargo he descubierto que una de las fallas en la comunicación es llamar las cosas por otros nombres, es disfrazar los sentimientos, es dejarse seducir por las rabias contenidas y los ánimos revueltos. A veces decimos poemas que se reciben como balas porque estamos tan cerrados que somos incapaces de verlo. La mala comunicación destruye autoestimas de a poquito. Destruye unidades que antes creí invencibles. Les dije a ambas que dejaran de hacer y empezaran a decirse más, a hablarse más. Le pedí a una que se ate las manos para que la otra asuma sus responsabilidades y el riesgo en ello es ENORME. Hay alguien en juego y a ese alguien se le exige demasiado.

Hoy me fijé que padres e hijos son copia carbón cuando se trata de lidiar con los sentimientos internos. Que lo que más rechaza uno de sus padres, es lo que repite cuando te confrontan. Lo grave es que uno no sabe reconocer las conductas, así que las repite con suefecto dañino. Madre e hija son espejo en temores, en angustias, en amor mal comunicado y en frustración. Y yo en medio. Sin querer tomar partido, sin querer herirlas más, pero tratando una vez más de hacer que todo fluya. Quizá a mi también me toque "dejar de hacer" y obligarlas a que se reconozcan. A veces, la comunicación nace de una gran explosión, cual big-bang se revienta todo y desde cero se inicia la vida.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

un chico me hizo la vida imposible.
lo conoci en internet y ahora hace3
años q estoy con el.
el problema es q deje todo,mi familia,mi trabajo todo lo preciado.
ahora estoy en barcelona con este chico y se q desde el principio me engaño.
todo mentiras falsedades,engaños.
estoy muy mal xq llego a hacerme de todo cuanto yo no podia imaginar de el.estoy muy mal.x eso quien conozca a manuel fernandez vazquez que se lo sace del camino.
con las xicas el dice q solo las utiliza para sexo telefonico,da fotos falsas y malas esperanzas.a dia de hoy para desengañarme llame a unos numeros q tenia en su movil y lo confirme.
me habia engañado a mi y a ellas.
en fin si alguien lo conoce tened cuidado o andaros con pies de plomo.el es de montederramo,verducedo(galicia)
gracias x dejarme expresarme y dejar q os cuente esta mala experiencia brevemente.tenedlo en cuenta no os fieis de el,a mi me hace la vida imposible.

Anónimo dijo...

no,, pues chicos no se dejen engañar y traten de llevar las cosas bien
claro cuando kieran hacer algo
piensenlo
no una
varias veces
xq luego vienen las consecuencias

chequenlo bien

la vida es hermosa

no se enojen por cualquier cosa eso si....
si les hacen algo siganle la corriente
jojo

este consejo me lo dio

un cavo qm cae muy bien
q m caia muy mal
pero haora es mi media naranja y m la pasao muy bien con el
...

pewreo ya no estoy a ki para contra mis cosas...


estouy muy feliz
y lo kiero mucho

yeah

a is amigos gemelas.. bryan , pancho, crstina