Una semana feliz: regresamos a los eventos

En la compañía nos hemos animado a participar en un evento de 2 días que se realizó en un hotel de la ciudad. Fue como un congreso muy concurrido, con charlas, talleres, exposición de patrocinantes. Esa era mi área antigua de trabajo: organizar actividades de mercadeo y eventos de todo tipo. No obstante en mi trabajo actual estoy en otra área y la política corporativa es no hacer bulla publicitaria ni invertir en actividades de mercadeo para la empresa.

Así que era un reto importante para todos. Los jefes lograron convencerse de que la ocasión era propicia para impulsarnos y fuimos con todo. Se designó un líder de proyecto y yo me uní como su apoyo en gran parte de las reuniones de planificación para encaminarnos en el proyecto de forma adecuada.

Tuvimos diversos problemas en el camino: con el departamento de finanzas, con los organizadopres del evento, con la compañía que contratamos para montar del stand, con la compañía que contratamos para hacer el material POP, con nuestra propia gente que llena de dudas e inquietudes (a ratos avanzábamos muchos pasos y luego dábamos otros tantos pasos para atrás) y con nuestras propias agendas de actividades.

Lo cierto es que finalmente nos montamos en el barco, nos alistamos lo mejor que pudimos y trabajamos mucho para tener una presencia sólida y efectiva. Durante los 2 días de evento estuvimos de cabeza en la zona de exposición; mantuvimos poco o casi nulo contacto con nuestros correos electrónicos y los clientes habituales.

Manejamos mucho stress, pasamos un tanto de hambre y sobre todo TRABAJAMOS mucho atendiendo al público, aclarando quienes somos, exponiendo nuestros productos, vendiendo soluciones, entregando material, programando visitas, sonriendo muuuucho y tratando de pasarla bien.

Mi balance: EXCELENTE. Me siento súper bien por lo logrado. Este fue simplemente un tímido inicio en el gran mercado que deseábamos explotar y no habíamos podido llegarle. Ahora viene una tonelada de actividad para concretar visitas que nos lleven a negocios efectivos. Quedamos muy cansados (¡y pensar que yo organizaba eventos casi cada mes!... haber cambiado de área me pasó factura, me dolía tooodo el cuerpo) y también MUY felices.

Es una sensación exquisita. Habernos atrevido a participar en una actividad así con el resultado logrado, para mí es un chorro de buena vibra que explotar durante los próximos meses para, con calma y sosiego, revisar las cuentas de la inversión realizada y poder decirle al área de finanzas: Señores, la publicidad que hicimos nos ha reportado tantos Bs. en ventas y nuevos clientes. Eso sellaría con un gran broche de oro este esfuerzo colectivo.