miércoles, noviembre 22

Nostáligoc recuerdo animal: paseo por el Zoológico de Caricuao



Me encanta turistear y el turismo urbano me resulta fascinante. En el caso de nuestra cosmopolita Caracas a veces parece que hay pocas opciones - especialmente en épocas de trancas interminables- que suelen limitarse a algunas urbanizaciones bonitas, centros comerciales, el circuito de los museos y algunos parques obligados como el Avila y el Parque del Este. ¿Qué más le queda a uno en otra zona de la ciudad?

En una de esas inesperadas salidas de novios, Jesús me sorprendió con un paseo al Zoológico de Caricuao. Yo solo conocía el Pinar, fuí de niña y de grande, nunca más he podido volver por los continuos problemas que ha pasado y sus etapas de casi total abandono. Para ese momento del paseo yo jamás había conocido el OTRO zoo de Caracas y cuando lo hice, ¡ME FASCINO!

El Zoológico de Caricuao es una isla en medio del tormento de la ciudad. Amplísimo, con muchas especies libres merodeando en una conjunción perfecta con el ambiente. Allí por primera vez vi a un Pavo Real tan cerca que podría tocarlo (pero no lo hice porque el ave es pretenciosa). Había cantidad de especies libres, viviendo en simulaciones de su hábitat y sin restricciones, como los monos que vagan sin problemas, se acercan a los turistas, algunos incluso comen de sus manos (aunque está prohibido) y juegan entre las ramas de los árboles, dentro y fuera de su "isla".

Alrededor de la laguna habita una familia de chigüires juntos y revueltos, es una vista muy relajante. Ellos pacíficos convicen con los flamencos y muchas aves zancudas y picúas. Los flamencos son unos regalados. Un par camina por la calzada y se acerca a quienes los vemos. Recuerdo que había uno casi indiferente a los humanos, pero cada vez que veía a los japonesitos unirse para una foto, el animal posaba cerca de ellos; una vez incluso asustó a la nena del grupo porque le dio un cabezaso (bueno en realidad movió la cabeza y le pegó con su pico). Uno se asusta, se sorprende. Ellos nos miran, nos imitan y celan las fotos. Fue muy bonito.

El recorrido es largo. Cuentan con un área de contacto, donde los animales de granja (ovejas, chivos, burros, cerdos y morrocoyes) están al alcance de las manos de los niños. Las demás agrupaciones de animales se corresponden con su geografía o afinidad. Así vimos la Planicie Sudamericana con báquiros, llamas y alpacas con demasiada actitud; en la Planicie Africana conseguimos elefantes, jirafas, avestruces... por allá la zona de felinos, por acullá la zona de anillos (babas, caimanes, tortugas), muy genial el paseo.

Llegar al Zoológico fue medio intrincado porque no estábamos 100% seguros de la ruta, pero con tomar el metro y bajarse en la estación zoológico, caminar dos a tres cuadras se tiene. Las instalaciones están muy bien cuidadas, tienen estacionamiento amplio, baños limpios, bebederos, y en general es muy ameno. Ir con carro es distinto pero esa seguro será otra historia.

Anímense a ir. Las señas son:
Dirección: Av. Principal de La Hacienda, Sector UD-5, Caricuao.
Estación de Metro: Zoológico de Caricuao
Horario: Martes a domingo de 9:00 a.m. a 4:30 p.m.
Teléfonos: +58 (212) 431.91.66 / 431.33.36. / 431.20.45
Dirección de e-mail: zoocaricuao@hotmail.com

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