1) Científicos españoles han comprobado que la promiscuidad con que se aparean las hembras de algunas especies animales provoca una competencia del esperma de los machos y que ello redunda en una mayor calidad del semen (...) Según el estudio esta promiscuidad estimula la naturaleza competitiva del macho por lo que se incrementa el tamaño, la cantidad y la velocidad de natación de los espermatozoides, con lo que aumentan las posibilidades de ganar la carrera por la fecundación.
Es bien sabido que a los hombres les encanta competir y cuando se refiere al tema sexual, pues se les eleva mucho el ego cuando Fulano es más grande, rápido y puede entregarse más cantidad de veces al "deporte"; ahora bien, ¿serán extrapolables estos hallazgos al pie de la letra? es decir, los ¿chicos correrán detrás de mujeres promiscuas como parte de su entrenamiento físico para lograr destacarse incluso en este nivel microscópico?
Ahora bien, podría pensarse que a mayor velocidad, tamaño y cantidad de espermatozoides, las hembras estarían felices o que los machos podrían reproducir su apellido con más eficiencia. No obstante, resulta que tanta competencia afecta de forma negativa a las hembras estudiadas. El estudio demuestra que un exceso de espermatozoides competitivos puede afectar negativamente a la fertilidad de las hembras ya que puede aumentar el riesgo de polispermia (entrada de más de un espermatozoide en el óvulo) y provocar el desarrollo de embriones no viables. Es como correr desesperados hacia la libertad, y darse cuenta de que la libertad es un muro de concreto a punto de desplomarse encima de uno. ¿Valía la pena el esfuerzo?
1 comentario:
bueno, este blog se ha vuelto una francicia del dr. kinsey...
de ahora en adelante lo leeremos en ese espíritu
salud!
j.
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