domingo, septiembre 3

Frases célebres II: Derroche de dulzura local

Por lo general la gente se sentía intimidada por mi forma de ser cuando era adolescente y joven profesional. Me dijeron entre otras cosas que era porque me hacía ver como "lejana", "segregadora". Me dijeron que "debía dejarme querer", "que lucía poco cercana a la gente" todo esto porque por lo general, al llegar a un nuevo círculo social, a un nuevo grupo, al interactuar por primera vez con la gente, solía hacer lo mismo que hace siempre la gente prudente: observar el entorno... actuar después.
Quizá por eso aprendí a sonreír mucho más de la cuenta cuando lograba finalmente "acercarme" al resto del mundo excluido tras mi cara seria, labios sellados y frases cortas y distantes. En el fondo de "elitista, exquisita, sifrina, odiosa" tengo poco. Creo que la timidez (sí señores, soy fundamentalmente tímida, recatada y cínicamente bajo perfil) me llevó a retraerme lo suficiente para analizar a la gente con más cuidado antes de soltarle una de mis frases dulces y jugosas, que servían para ganarme la admiración y el respeto de quienes pensaban que era demasiado lowprofile, y a respaldar -ahora sí, con mucha intencionalidad- a quienes pensaban que era una echona, por ser cualquier cosa menos una chica de poco seso. Leyendo el periódico el día de ayer (¿o sería una revista?) descubrí que los chavos mejicanos dicen frases geniales, que me hubiera adoptado con gran placer y mucha risa durante mis años estudiantiles, lo mismo en el colegio como en la universidad. Bellezas como:

  • Vas entre la W y la Z porque eres X.
  • Cómprate unos colores y píntate una vida.
  • Búscate un mapa para que aprendas a ubicarte.

Acompañan dignamente a las emblemáticas:

  • Multiplícate por cero y desaparece.
  • Pregúntame; pregúntame si me importa.
  • Talk to the hand!
  • Ubicatex contigo.

Cerrando, creo que esta línea azucarada de mi propia materia también aporta lo suyo:

  • Chequea tus pies para que te vayas trotando.
  • Busca tu jardín y entiérrate.
  • Toma el próximo avión y vete volando.

Estas ayudas idiomáticas hubieran sido la respuesta más acertada a todas esas personas que creían que yo era de tal o cual forma porque no me veían pelándole el diente a cuanto desconocido/a se me acercaba en una reunión o incluso en un nuevo salón de clases. De haberlas usado la fama al menos tendría respaldo, muuuy gracioso y dulce por demás.

3 comentarios:

Evelyn dijo...

Y qué pasa con las de la nueva generación?:
1.- Osea, hello (con cara despectiva)
2.- Ah? (con cara de asco)

Jesús Nieves Montero dijo...

también puedes agregar la que hemos aprendido de idol:

"necesitas trabajar en tu personaje"

salud

j.

martis dijo...

Ni pendiente ¿okey?
.... jajaja esas frases son perfectas para este mini resumen de dulzuras criollas ciertamente. Gracias a ambos.