martes, noviembre 14

Santa: dame mi regalo, aunque sea bolivariano



Me parecía increíble lo que me comentaron. Luego creo que salió en prensa y bueeeno, ver para creer. Cuando asoman las fechas prenavideñas uno piensa en los regalos, en cómo invertir esas maravillosas y anheladas utilidades para satisfacer deseos, antojos y caprichos. Yo desde siempre he escrito mi cartita al Niño Jesús. De pequeña la hacía de puño y letra (con dibujos, colores y a veces con ayuda materna), de joven la carta se transformó en lista de regalos que circulaba entre amigos secretos y verbalizada con los padres y hermanos. De grande la cosas se pervierte alguito pero igualmente se verbaliza, nombre, apellidos y comas, expresión de "Esto puedes regalármelo en Diciembre", o frases como "oye está fino, anótalo ahí como idea para regalo".

En esto soy igualita al resto de la población, roja - azul o neutra, joven o vieja, soltera o casada, A TODOS nos encanta que se acuerden de nosotros (incluidos nosotros mismos) y nos den nuestros regalitos de navidad, es hasta buena terapia. De pequeño se le piden al Niño Jesús y se le refuerza la solicitud con Santa Claus (por aquello de que si te pela el chingo te agarra el sin nariz) así se duplican las posibilidades de presentes. Si uno es muuuuy osado o no quedó satisfecho con los regalitos del 24, pues se apela a los Reyes Magos para que cierren el trato con algo más en Enero, o para que realmente salven la patria.

El hecho es que esto es TAN tradición navideña como colocar el arbolito adornado hasta los tuétanos y colocar el pesebre o nacimiento a sus pies o en un lugar privilegiado de la casa. Hacer la carta al Niño y pedirle regalos a Santa es tan tradición como ponérselas amarillas y al revés para atraer la buena fortuna en la Noche de Fin de Año, no se ofende a nadie, no se le niega la sonrisa a nadie, ni se le obliga a casarse ideológicamente con Santa Claus versión gringa o con San Nicolás versión hispanohablante, no señor.


La Navidad es libre, sincrética y sabrosa. Entonces, ¿cómo es eso de que no podemos colocar Santas en las oficinas y dependencias públicas? ¿cómo es eso de que rechacen al gordito barbudo, de traje rojito, que es un tipo muy regalado y sonriente?
¡ME QUEJO!, eso es discriminación: a las minorías sea por edad (San Nicolás tiene cientos de años), por su gustos (le gustan las galletas, las chimeneas y los niños de los demás), por su apariencia (gordito, vestido de forma anticuada)... y por su orientación política (siempre está rojo, reparte regalos a diestra y siniestra).

¡¡¡ME QUEJO!!!! yo quiero entrar a un ministerio, a una notaria, incluso a una prefectura y ver el pesebre en la esquina aquella sobre una mesa y rodeado de piedras falsas y muchas plantas, para luego toparme con el afiche tridimensional de Santa en la puerta del baño o en el pasillo principal, junto a la famosa pancartita de "Feliz Navidad y Próspero Año 2007".

2 comentarios:

Evelyn dijo...

Yo también quiero los típicos Santas en este país!!!!!!!!!!!!!!!!!

martis dijo...

Exacto! Que se queden que acá nos gustan 1 vez al año.
Besos