lunes, septiembre 18

Silent Hill es un infierno real en USA y en Venezuela


Hace pocas semanas llegó a las carteleras cinematográficas de Caracas la película Silent Hill, film basado en el famoso video juego japonés, que muestra las aventuras de una madre desesperada tratando de encontrar a su hija entre la niebla, cenizas y misterio de un pueblo fantasmal. Un pueblo extraño de cuyo suelo emanan gases y humo sin cesar. Silent Hill, si bien es un pueblo ficticio, podría estar inspirado en un pueblo.
En Estado Unidos quedan los restos de Centralia (Pensilvannia) un animado pueblo minero de finales del siglo XVIII que desparece cada día consumido por un incendio de sus entrañas. Literalmente. Hoy en día solo quedan 11 habitantes en este pueblo de cenizas y quienes seguramente lo abandonarán antes de que pase un nuevo día de la Independencia. En el año 1962 comenzó el desastre, en un pozo minero a las afueras del pueblo se inicia un incendio que dura hasta hoy y que durará por muchísimos años... No se trata de ficción, es una caldera hirviendo a causa de una enorme veta de carbón situada muy cerca de la superficie y atraviesa el pueblo. En una época se trató de sofocar las llamas inundando la zona, sin éxito. El pueblo sigue en llamas, es una zona verdaderamente candente, un pedacito de infierno emanando gases tóxicos del suelo.

Si irnos muy lejos, en el Edo. Miranda tenemos un devastador panorama muy Silent Hill. Ojo de Agua, un asentamiento humano en terrenos vedados por tóxicos desde hace años, pero donde conviven varias docenas de familias con niños, inmundicia, llamaradas emergentes del subsuelo cada 5 ó 7 metros, enfermedades y un nauseabundo olor que acompaña a sus habitantes en cada segundo de sus vidas. La noticia salió hace un mes en el diario Ultimas Noticias y me impresionó. Ojo de Agua creció encima de un gran relleno sanitario que fue abandonado por la autoridades hace años. La zona fue clausurada y se prohibió la permanencia de personas allí. Es un área inhabitable, pero ellos están allí. Seres humanos que se refugian cada día en sus ranchos con su comida, sus sueños, su mareo constante y su pedacito de muerte para llevar, pues las emanaciones de gases tóxicos y las continuas explosiones de etano hacen de este polvorín un Silent Hill criollo... solo que sin zombis.

5 comentarios:

Jesús Nieves Montero dijo...

y si seguimos con la negligencia el desastre será peor...

lamentablemente...

j.

Evelyn dijo...

Realmente crees que en este Silent Hill criollo no hay zombis?
Esa gente que "vive" allí que son entonces?
No es una ironía, ni un chiste, es en serio... preguntemos a esos adultos si van a votar y por quién... el por qué de su decisión de permanecer allí...

martis dijo...

Comprendo tu punto amiga solo hago la diferencia porque estas personas AUN pueden ser recuperadas, regresadas a una vida real, digna. Los zombies no tienen vuelta atrás. Espero que ese reportaje haya llamado la atención de la gente correcta, esa sorda-ciega-muda que tiene el poder de reubicar a estas familias en zonas seguras pero que NO HACE NADA! ...ojalá que al menos porque estamos en época electoral...

Lita24 dijo...

Yo lei ese reportaje y quede anonadada y es cierto, se parece mucho a lo que se ve en Silent Hill...esperamos que el reportaje tambien haya llegado a las autoridades y se haga algo al respecto.

Saludos!

martis dijo...

Lita24 gracias por pasearte por mi blog y dejarnos tu comentario. Realmente, al igual que tu, espero que otros tantos hayan leido el reportaje y estén tomando acciones concretas para sacar a esa gente de allí.